Page 123 - ANTOLOGÍA POÉTICA
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sólo en ocres:
desteñido…
Lodo, barro, nieblas; brumas, nieblas, brumas
de turbio pelaje,
de negras plumas.
Y luces mediocres. Y luces mediocres.
Vi también erectos
pinos: señalaban un dombo confuso,
ominoso, abstruso,
y un horizonte gris de lindes circunspectos.
Vi aves
graves,
aves graves de lóbregas plumas
-antipáticas al hombre-,
silencios escuché, mudos, sin nombre,
que ambulaban ebrios por entre las brumas…
Lodo, barro, nieblas; brumas, nieblas, brumas.
No sé adónde he ido,
y he perdido el viaje
y el tiempo he perdido…
II
El tiempo he perdido
y he perdido el viaje…
Ni sé adónde he ido…
¡Mas supe de un crepúsculo de fuego
crepitador: voluminosos gualdas
y calcinados lilas!
(otrora muelles como las tranquilas
disueltas esmeraldas).
¡Sentí, lascivo, aromas capitosos!
¡Bullentes crisopacios
brillaban lujuriosos
por sobre las bucólicas praderas!
¡Rojos vi y rubios, trémulos trigales
al beso de los vientos cariciosos!
¡Sangrantes de amapolas vi verde-azules eras!
¡Vi arbolados faunales:
versallescos palacios
fabulosos
para lances y juegos estivales!
Todo acorde con pitos y flautas,
comamusas, fagotes pastoriles,
y el lánguido piano
chopiniano,
y voces incautas