Page 353 - ANTOLOGÍA POÉTICA
P. 353

El honor de vuestro odio: ?ya son muertos!
                  Valiera más ¡oh bárbaros! que al punto
                  De arrebatarlos al hogar, hundiera
                  En lo más hondo de su pecho honrado
                  Vuestro esbirro más cruel su hoja más dura!

                  Grato es morir, horrible, vivir muerto.
                  ¡Mas no! ¡mas no! La dicha es una prenda
                  De compasión de la fortuna al triste
                  Que no sabe domarla: a sus mejores
                  Hijos desgracias da Naturaleza:
                  Fecunda el hierro al llano, el golpe al hierro!




                  Cuando me pongo a pensar




                  Cuando me puse a pensar
                  La razón me dio a elegir
                  Entre ser quien soy, o ir
                  El ser ajeno a emprestar,

                  Mas me dije: si el copiar
                  Fuera ley, no nacería
                  Hombre alguno, pues haría
                  Lo que antes de él se ha hecho:
                  Y dije, llamando al pecho,
                  ¡Sé quién eres, alma mía!







                  Domingo Triste

                  Las campanas, el sol, el cielo claro
                  me llenan de tristeza, y en los ojos
                  llevo un dolor que el verso compasivo mira,
                  un rebelde dolor que el verso rompe
                  ¡y es, oh mar, la gaviota pasajera
                  que rumbo a Cuba va sobre tus olas!

                  Vino a verme un amigo, y a mí mismo
                  me preguntó por mí; ya en mí no queda
                  más que un reflejo mío, como guarda
                  la sal del mar la concha de la orilla.
                  Cáscara soy de mí, que en tierra ajena
                  gira, a la voluntad del viento huraño,
   348   349   350   351   352   353   354   355   356   357   358