Page 75 - ANTOLOGÍA POÉTICA
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BIOGRAFÍA
Luis García Montero es un poeta, filólogo, autor, profesor, y el actual director del
Instituto Cervantes, pero sobre todo él se define a sí mismo como lector. Nació en
Granada en 1958, llevó a cabo sus estudios en la Universidad de Granada donde se
enfocó en filología hispánica, e inició su carrera como escritor. Posteriormente recibió
el premio García Lorca en 1979.
En 1994 se casó con la escritora Almudena Grandes, con la cual tiene 3 hijos. García
Montero publicó un libro de poesía en el 2015 titulado Almudena, el cual contiene una
colección de poemas que con los años había escrito para su esposa.
García Montero es conocido como representante de la “nueva sentimentalidad”, un
movimiento lírico reciente de los últimos años. Ha escrito varios libros de poesía al
igual que algunas novelas y ensayos. Por sus obras ha sido reconocido con varios
premios, entre ellos se encuentra el Premio Adonaís de Poesía, el Premio Loewe y el
Premio Nacional de Literatura.
Le apodan “El poeta de la experiencia”, y es conocido por su labor en escribir poesía
accesible a cualquiera, escribir sobre experiencias cotidianas que cualquier lector pueda
entender y relacionar a su propia vida. Para García Montero el lenguaje es patrimonio
de todos y esto se evidencia claramente en sus poemas.
Actualmente es uno de los poetas españoles más reconocidos del mundo y con el tiempo
ha seguido publicando poesía. Sin embargo, el ser un gran poeta aclamado no hace que
García Montero le de mucha importancia a su fama, pues es descrito como una persona
humilde y cálida, y esto es lo que lo hace admirable. Más allá de su talento como poeta
es la humanidad que lo caracteriza que hace a García Montero una persona y un autor
extraordinario.
POEMAS
El amor
Las palabras son barcos
y se pierden así, de boca en boca,
como de niebla en niebla.
Llevan su mercancía por las conversaciones
sin encontrar un puerto,
la noche que les pese igual que un ancla.
Deben acostumbrarse a envejecer
y vivir con paciencia de madera
usada por las olas,
irse descomponiendo, dañarse lentamente,
hasta que a la bodega rutinaria
llegue el mar y las hunda.