Page 148 - Rassinier Paul La mentira de Ulises
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RASSINIER : La mentira de Ulises
Heydrich, gran maestro de los organismos de seguridad, reunió a cierto número de
dignatarios nazis en conferencia secreta ( ) a fin de participarles las decisiones del
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Führer... (pág. 192 de la edición francesa). Eichmann, Himmler, Streicher, y una
docena de jefes de menor importancia pusieron manos a la obra para realizar un
plan tan vasto como importante...» (Página 193.)
Las órdenes de Hitler son verbales... Un año después tiene lugar la reunión ministerial
conocida con el nombre de «Protocolo de Wannsee» para decidir, y en lo que ha sido
publicado de lo que se dijo; y se decidió ern ella, se buscan desde hace veinte años textos
susceptibles de permitir afirmar que allí y en ese día nacieron las cámaras de gas.
Se ha encontrado uno: ya se ha visto lo que valía.
* * *
En el proceso de Nuremberg, lo he dicho frecuentemente, se encontraron sin embargo
muchos testigos para confirmar que la «solución final del problema judío» consistía en «el
exterminio por medio de las cámaras de gas». No quisiera molestar al lector con un censo de
todos estes testigos y de sus declaraciones. Uno sólo bastará para desmontar el mecanismo de
esta extrapolación: el más importante de todos, el Hauptsturmführer (capitán, según creo)
Dieter van Wisliceny, adjunto inmediato de Adolf Eichmann, jefe del departamento encargado
de la «solución final» en la fase de su ejecución.
Este Dieter van Wisliceny fue interrogado en Nuremberg, el de enero de 1946, por el
teniente coronel Broockhardt, y el pasaje principal de este interrogatorio fue el siguiente:
Teniente coronel Broockhardt.-- ¿En sus relaciones oficiales con la sección IVA4 (cuyo
jefe era Eichmann) ha tenido usted
[263] conocimiento de alguna orden que prescribiese el exterminio de todos los judíos?
Wisliceny.-- Sí, por Eichmann me enteré por vez primera durante el verano de 1942 de
la existencia de tal orden (...) Le pregunté quién había dado esta orden; me explicó que era una
orden de Himmler. Le rogué entonces que me enseñase esta orden, pues no podía creer que
realmente existiese por escrito (...) Eichmann me dijo que me enseñaría esta orden escrita, si
ello podía tranquilizar mi conciencia. Sacó de su caja fuerte un pequeño legajo que hojeó y me
ofreció una carta de Himmler dirigida al jefe de la Sipo y del S.D. Lo esencial de esta carta era
poco más o menos lo siguiente:
-- el Führer había ordenado la solución definitiva del problema judío.
-- la ejecución de esta solución llamada definitiva estaba confiada al jefe de
la Sipo y del S.D. y al inspector de los campos de concentración. Todos los judíos
que estuviesen en condiciones de trabajar, del sexo femenino o del masculino,
debían ser empleados provisionalmente para trabajar en los campos de
concentración. Esta carta estaba firmada personalmente por Himmler. No había
ningún error posible, pues yo conocía perfectamente la firma de Himmler.
En esta carta no se habla hasta ahora de exterminio ni de cámaras de gas. El
interrogatorio prosigue, pues naturalmente no se ha encontrado la carta.
Teniente coronel Broockhardt.-- ¿Llevaba la orden alguna indicación con miras a
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conservar el secreto? ( ).
Wisliceny.-- Llevaba la indicación de "muy secreto"...
Teniente coronet Broockhardt.-- ¿Se ha planteado usted la cuestión del significado de
las palabras «solución definitiva» empleadas en esta orden?
Wisliceny.-- Eichmann terminó por explicarme lo que se entendía por ello. Me dijo
que la expresión «solución definitiva» ocultaba el exterminio biológico y total de los judíos
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Uno se pregunta de qué secreto puede tratarse, habiendo anunciado por todas partes las autoridades nazis,
desde septiembre de 1939, que los judíos serían enviados a los campos de concentración, y que trabajarían en ellos
hasta el fin de la guerra.
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