Page 64 - MODELO DE NEGOCIACION HARVARD DICIEMBRE
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ASDRÚVAL MARTIN COLUMBA JOFFRÉ


          Es importante en este método diferenciar los intereses de las posiciones,
       los primeros son las necesidades, deseos y temores que dirigen nuestras
       negociaciones y las posiciones se refieren a las afirmaciones, solicitudes
       y ofertas que las partes hacen durante una negociación.  Los primeros
       dependen  de  cada  actor  y  lo  segundo  depende  de  ambas  partes.  Una
       posición  es,  sencillamente,  una  forma  de  satisfacer  los  intereses.    Una
       posición es un medio, en lugar de un fin.
          Generalmente esperamos con frecuencia que los demás vean el mundo
       de la misma forma en que lo vemos nosotros.  En este sentido, si fuera tan
       sencillo y si pretendemos proponer una opción aceptable, necesitaríamos
       comprender  los  intereses  de  la  otra  parte.  Para  ello,  una  vez  que  la
       negociación ha empezado y ya está en marcha, podemos averiguar los
       intereses de la otra parte haciendo las mismas preguntas que nos hacemos
       nosotros mismos ¿por qué?, ¿Cómo?, ¿Cuándo? y ¿con qué propósito?. Al
       efecto, podemos explorar sus intereses sugiriendo propuestas.
          Generalmente, los negociadores con frecuencia, se preparan para una
       negociación intentando imaginarse lo que ellos quieren y quizás yendo
       tan lejos como esbozar hasta tres propuestas o variables sobre el mismo
       tema: lo que les encantaría conseguir; lo mínimo con que se conformarían;
       y algún punto realista a medio camino de los otros dos. En todos los casos
       no se trata de aprovecharse de la otra arte, sino más por el contrario en
       convertir al oponente en un posible socio.
          Muchas personas encuentran que cuando tienen varios ejemplares de
       algo, valoran menos el último de los ejemplares de lo que valoraron los
       que les llegaron antes.  Este es el ejemplo clásico de los libros. Por otro
       lado, si ya tengo tres plátanos, es menos probable que valore un cuarto
       tanto como podría valorar una naranja, de las que no tengo.  Si usted,
       por  otra  parte,  tiene  cinco  naranjas  y  ningún  plátano,  ambos  podrían
       estar mejor si intercambiaran algunas de sus frutas.  Para cada una de las
       partes, las diferencias en el valor marginal de algunos de los bienes que se
       están negociando puede crear mayor valor y mejores oportunidades para
       mejorar el valor general que lo que se recibe o se pierde.








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