Page 16 - El Pérsico_JosmarGuerra
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Es este eterno conflicto lo que explica la fuerte raíz nacionalista de la
revolución iraní, la guerra Irán-Iraq o
las históricas malas relaciones entre
en Teherán y Riad. Irán siempre ha
aspirado a extender su poder en la
zona apoyando a las poblaciones
árabes chiíes en países de mayoría
suní o con gobiernos dominados por
los suníes.
Esto se haría más evidente tras el fracaso de EEUU en conseguir un Gobierno
estable en Iraq tras el derrocamiento de Sadam Husein. La retirada de las
tropas americanas creó un vacío de poder que ha aprovechado Irán para
ejercer influencia en el país, en el que el 60 por ciento de la población es chiíta.
Semejante expansión de la influencia persa en Oriente Medio la vemos en el
apoyo a Hezbollah, organización chií libanesa o a la población chií en la guerra
civil siria.
En el Yemen, la mitad de la población profesa el islam suní, mientras que la
otra mitad es zaidí, una forma de islam chiíta. La convivencia entre ambos
grupos siempre ha sido compleja, pero desde hace cuatro años están en
guerra civil abierta. Lógicamente, Arabia Saudita se puso desde el comienzo
del lado del Gobierno suní, mientras que Irán apoyó a los rebeldes de mayoría
chií. En juego está el control del sudoeste de la Península Arábiga y Arabia
Saudí.
El conflicto entre ambas potencias regionales ha sido llamado también
la Guerra Fría de Oriente Medio
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