Page 47 - La importancia de las plantas medicinales
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Contribuciones de la biodiversidad
al bienestar humano y la autonomía
existen lugares “de mucha espiritualidad”, como son el páramo y la selva,
sitios donde se pro- duce el yagé, otras plantas “bravas” y donde viven los
“aucas” o espíritus (Guevara 1996). Los kogi de la Sierra Nevada de Santa
Marta consideran que existen múltiples sitios en el territorio, concebidos
como sagrados porque son el hábitat de numerosos seres espirituales que
requieren de pagamentos u ofrendas, sitios que no deben visitarse de manera
cotidiana, ni tampoco lanzar allí piedras, hablar en voz alta o gritar (Reichel-
Dolmatoff 1996). Entre los afrocolombianos de Nuquí se afirma existen
lugares a los cuales las personas no logran llegar, pues allí ocurren
comúnmente tempestades y extravíos, como es el caso de los cerros Janano y
Jananito, sitios ocupados por “cimarrones”, seres que se considera habitan y
construyen sus poblados en la invisibilidad. En Cabo Corrientes, sobre el
Pacífico chocoano, se dice aparecen el riviel y la sirena, seres que atraen a los
navegantes con luces y peines de oro, respectivamente, para luego llevarlos
sin retorno a mundos submarinos. Los afrodescendientes de Nuquí y de
Palenque San Basilio piensan que las almas o espíritus de los antepasados
habitan también el territorio, por lo que lugares donde estos seres
inmateriales se concentran, como los cementerios, son consi- derados sitios
que al ser trasegados alrededor de la medianoche, se relacionan con
apariciones, enfermedades y con el aprendizaje de la medicina tradicional.
Lugares del frío al calor
Los diferentes paisajes del páramo Rabanal, de Nuquí y de Palenque San
Basilio, son cla- sificados tradicionalmente de acuerdo con su temperatura, la
cual se piensa influye de manera directa sobre la salud humana, y por tanto,
impone pautas de gestión territorial acordes con el mantenimiento del
bienestar humano y con la prevención de la enfermedad. Desde esta visión