Page 51 - La importancia de las plantas medicinales
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Contribuciones de la biodiversidad
al bienestar humano y la autonomía
upichía (matapí) sienten ánimo de trabajar, el sol da las energías para realizar
actividades; al medio día es el descanso, todo para, el viento se detiene de las
once de la mañana hasta las dos de la tarde en la región. Durante kamú jakó o
atardecer, cuando se oculta el sol, se dice pueden haber malas energías,
principalmente cuando atardece rojo, significando que se han quemado malas
energías que no deben proseguir al día siguiente, energías que se acumulan
alrededor del sol y que en leru yajowa, de agosto a septiembre, son puestas
sobre la tierra y causan enferme- dad. Los cambios lunares también se
relacionan con la realización de rituales y cultivos entre los upichía (matapí),
durante keri jeñioká o luna nueva hay abundancia en los cultivos; en kapukú o
luna llena se percibe estabilidad en la suerte, en la producción, en los mitos,
rituales y oficio del lawichu´ra´aru; en este periodo se realiza una purificación
para estabilizar las energías que influ- yen la salud y el territorio; en keri pakó o
luna menguante no se acostumbra realizar actividades productivas pues
generalmente acarrean pérdidas. En el año se registran épocas también en las
que circula una mayor cantidad de mala energía y se producen enfermedades
propias de cada ciclo, en jawichá o invierno, alrededor de marzo y abril, se
presentan padecimientos digestivos como kokalaji o diarrea y chila kaji o
vómito; mientras que en leru yajowa o en verano, entre agosto y septiembre,
ocurren con mayor frecuencia problemas de salud como iwa kajiwa o palu-
dismo, kewi jularuji o dolores de cabeza, pechuji kechirako o pérdida de
memoria, convulsiones o ataques, vómito de sangre, diarrea con sangre,
varicela y kewi api nachi o dolor en los huesos. Para los upichía (matapí) el año
comienza alrededor de agosto, porque en esta temporada se generan los
frutos y se reproducen los animales, surge nueva vida.
Para los u´wa el año puede entenderse como la secuencia de cuatro lapsos
que ocurren al- rededor de los solsticios y los equinoccios, en los que el sol y