Page 10 - Revista Punto y Seguido N° 4 Octubre
P. 10
POR LAS NOCHES S
POR LAS NOCHE
Pensamientos de Álvaro Mtz-Ch
Recuerdos ocultos
Me encontraba de paseo por aquella legendaria hacia las ruinas de una casilla abandonada. Al
ciudad, caminaba disfrutando de las bellezas verla con más detenimiento me dio la sensación de
turísticas del lugar. De pronto mi caminar me lleva que me seguía con la mirada. En un pestañeo, la
a los antiguos coliseos y al estar parado en la base estatua viró su cabeza hacia mí y me guiñó un ojo.
de la estatua de ese gladiador de catorce metros Quedé petrificado de miedo, no podía dar crédito a
de altura mi subconsciente me hizo recordar un lo que estaba viendo, después esa enorme
suceso de mi infancia que creía olvidado y que escultura esbozó una sonrisa, pero con tristeza, di
aún no sé si fue un sueño o tal vez fue real. un grito aterrorizado diciendo: ―¡la estatua está
viva, se movió!‖. Los lugareños no prestaron
Andaría yo más o atención, pero los turistas murmuraron entre sí:
menos en los ocho o ―está loco el muchacho‖.
nueve años cuando en
casa a la hora de Después la enorme estatua me hizo una seña con
dormir mi hermano y sus ojos y apuntando con la daga hacia la casilla
yo fuimos informados abandonada pronunció una sola palabra:
por nuestros padres ―ayúdala‖. Yo quedé inmóvil e inundado en una
que a la mañana sensación de horror que jamás había
siguiente saldríamos experimentado; una vez más, pero con tono firme
de viaje, un viaje corto y amenazante me ordenó: ―ayúdala‖. Con mucho
pero emocionante miedo me dirigí a la casilla y asomándome por una
para toda la familia, ventana alcancé a distinguir dos figuras, la estatua
de
iríamos a un una niña con cara de miedo y con una mano
pequeño poblado cubriéndose la mitad del rostro, y la otra era la
llamado Alamanda, misma estatua de la mujer afuera de la casilla,
que está situado pero en tamaño normal mirando hacia la ventana,
cerca de la ciudad. con cara de ira, con sus ojos amenazantes, sin el
Dicho poblado es candelabro y con la mano derecha apuntando
famoso por la cantidad de esculturas que tiene en hacia la estatua de la niña. Alcancé a escuchar un
todos sus rincones. murmullo proveniente de la estatua de la niña que
decía: ―para, para por favor, no más‖ y volteó hacia
A la mañana siguiente muy temprano nos dirigimos la puerta de la
al poblado, y al llegar lo primero que observé entrada que
fueron muchas, muchísimas estatuas de diferentes estaba sellada.
formas y tamaños; de niños, niñas, mujeres,
hombres; de animales de todo tipo como conejos, No pude
caballos, perros, gatos, aves; también de creaturas pronunciar pala-
extrañas y mitológicas: dragones, gárgolas, bra, estaba
minotauros. Todas con algo en común, la mirada aterrorizado.
perdida hacia el horizonte; todas excepto una Cuando de
situada a la orilla del poblado; una estatua de repente un
dimensiones colosales era la escultura de una lugareño me
mujer con un candelabro en la mano derecha y en tomó del brazo y
la mano izquierda empuñando una daga de doble me dijo: ―no
filo; calculo yo que mediría unos veintitrés metros deberías estar
más o menos, dicha escultura a mi parecer se veía aquí‖. Di un salto y salí despavorido sin rumbo y
muy real, por el detalle a conciencia y con mucha me gritó: ―¿quieres escuchar la leyenda de esta
precisión con que estaba esculpida, pero con un casa?―. Detuve mi marcha en seco y miré a aquel
aspecto demacrado, con una mirada transparente hombre de aspecto vagabundo, con mirada
y al mismo tiempo sombría y sus ojos estaban fijos triste y le dije que sí con timidez, pero toda-
8