Page 98 - REVISTA OPRALOTECA 10
P. 98

Grupo de investigación Oralidades, Narrativas Audiovisuales y Cultura Popular  en el Caribe Colombiano
                 Desde este punto de vista, la superposición de las



                 capas está necesariamente atravesada por una


                 flecha que va de arriba abajo y se va hundiendo,



                 excavando. Por el contrario, los mapas se


                 superponen de tal modo que cada cual encuentra



                 un retoque en el siguiente, en vez de un origen en


                 los anteriores: de un mapa a otro, no se trata de



                 la búsqueda de un origen, sino de una evaluación


                 de los desplazamientos.








            a la irrupción de la modernidad. Dice Bartra (2013) que  al primitivismo, que estas propuestas poéticas testimo-
            una tendencia primitivista se debe leer alejada del uso  niales sobre el desplazamiento, y, como veremos, sobre
            despectivo y discriminatorio del término; en cambio él  otros temas, son una hibridez de la tendencia del arte
            encuentra en la poesía de estética primitivista una posi-  pop al reciclaje de la industrialización y el primitivis-
            ción que marca el pensamiento salvaje, originario, en el  mo como lengua menor articulada como consigna eco-
            sentido en que se escapa a la tecnificación, a lo moder-  logista de la poesía testimonial y de la estética de la
            no. Por eso su auge.                               sobrevivencia.

            Cito a Adorno y al lazo social, pues también apuntan a  Por todo lo anterior, entonces puedo encontrar en estas
            la vanguardia comprometida. Entonces encuentro que  formas una tendencia al primitivismo como un gesto
            en una lectura de este tipo de poesía, o poesía del testi-  político, el bramido animal, el grito; la caja de resonan-
            monio, en Colombia, desde el punto de vista de la con-  cia de estos textos en clave biopoética se manifiesta en
            tinuidad  de esta tendencia  primitivista,  los desplaza-  contra de la necropolítica que se ha mantenido estática
            mientos, la reterritorialización, incluso la lengua resto,  en los territorios donde se ha padecido y se sigue aun
            balbuceante, que sobrevive, constituyen todas formas  padeciendo las violencias. ¿Pero qué pasa entonces con
            de ese salvajismo en clave vanguardista. Atendiendo a  otros registros no escritos? Vale preguntárselo porque
            la emergencia de la tierra baldía, de la liquidez de la  mucho de la poesía que se ha registrado en el Centro
            migración en lo que analiza Bartra (2013), a partir del  Nacional de Memoria Histórica se hace desde la ora-
            poema “Tierra baldía” de T. S. Elliot, entonces estos  lidad. A lo mejor necesita otra forma de análisis, pero
            poemas forman parte del registro de esta misma condi-  es necesario leerla, en la metodología de este mal de
            ción de la posmodernidad, la sobrevivencia como con-  archivo que he decidido leer, desde el punto de vista
            dición posmoderna. Podemos sumar así, ante la tesis  afectivo.
            de Bartra sobre las dos tendencias continuas en cuanto



                         98
   93   94   95   96   97   98   99   100   101   102   103