Page 24 - Drácula
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Drácula de Bram Stoker
el lugar de donde provenía, lo vi parado en medio del camino.
Agitó los largos brazos como si tratase de apartar un obstáculo
impalpable, y los lobos se retiraron, justamente en esos momen
tos una pesada nube pasó a través de la cara de la luna, de
modo que volvimos a sumirnos en la oscuridad.
Cuando pude ver otra vez, el conductor estaba subiendo
a la calesa y los lobos habían desaparecido. Todo esto fue tan
extraño y misterioso que fui sobrecogido por un miedo pánico, y
no tuve valor para moverme ni para hablar. El tiempo pareció
interminable mientras continuamos nuestro camino, ahora en la
más completa oscuridad, pues las negras nubes oscurecían la
luna. Continuamos ascendiendo, con ocasionales períodos de
rápidos descensos, pero ascendiendo la mayor parte del tiempo.
Repentinamente tuve conciencia de que el conductor estaba
deteniendo a los caballos en el patio interior de un inmenso cas
tillo ruinoso en parte, de cuyas altas ventanas negras no salía un
sólo rayo de luz, y cuyas quebradas murallas mostraban una
línea dentada que destacaba contra el cielo iluminado por la luz
de la luna.
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