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Rita Geada (Pinar del Río Cuba). Dra. en Filosofía y Letras por la Universidad de
                                              la Habana. Sale de Cuba en 1961, becada por la O.E.A.  para estudios post-grado en
                                              la Universidad de Buenos Aires. Catedrática de español y literaturas hispanas en
                                              Southern Conneticut State University, New Haven. Premio “Faculty Scholar Award”
                                              en 1977.
                                              Becaria “Cintas” para creación literaria 1978-79. Su obra: poesía, ensayos, artículos
                                              de investigación crítica y cuentos, han aparecido en revistas de amplia circulación en
                                              América Latina y Europa. Aparece en antologías hispanas y norteamericanas con
                                              traducción al inglés; y al italiano, portugués y francés.
                                              Entre sus libros destacan Mascarada. Barcelona, premio internacional Carabela de
                                              Oro, 1969.  Esa lluvia de fuego que nos quema. Madrid, 1988. Espejo de la Tierra.
                                              Madrid, 2001, premio Internacional Luys Santamarina, Ciudad de Cieza. España. Y
                                              el mar sigue batiendo, Buenos Aires, 2004.  Libro de cuentos y relatos: Antes que
                                              cambie la marea, Miami, 2013. Profesora Emérita radicada en Miami, Beach.




                 Los albatros

                                                 En medio de las burlas al posarse
                                                            sus alas de gigantes no los dejan andar.
                                                                                            Charles Baudelaire

                 Reclinada a la popa del crucero
                 Contemplé,  por vez primera, a los albatros,
                 su blanca estela desplegada en vuelo
                 por millas y más millas nos seguía.
                 Veleros del espacio, escoltas de los barcos,
                 son los albatros cual guardianes fieles.
                 La música del viento los alienta y eleva
                 trazando un poema con sus alas enormes.

                 Exiliados de la tierra, perennes emigrantes
                 presienten el peligro, en las naves nunca osan posarse.
                 Si algún día los vieras por los mares australes
                 detente, silente como yo, a contemplarlos.
                 Asombra la elegancia que en su vuelo ostentan,
                 su distinción e impecable blancura resaltando,
                 entre el azul cobalto y el azul del cielo.
                 Belleza alada, Apolo de las aguas tras los barcos.
                 Privilegio es hallarlos en los mares del Sur.
                 En otras latitudes tal vez no los encuentres.













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