Page 34 - DEYA BLUES MAGAZINE FEBRERO 2022_Neat
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LA LEYENDA                                                                                                              LA LEYENDA



        tan con los dedos de una mano. También se reiría a carcajadas de las especulaciones sobre el lugar donde                                                                 Tampoco hace tanto que se puso a la venta una guitarra
        reposa. Para empezar, Robert Johnson no tiene una tumba, tiene varias. Y todas constituyen un incremento                                                                    de la que se afirmaba que perteneció a Johnson. El pre-
        turístico para las poblaciones que tienen el dudoso privilegio de guardar en su cementerio local los huesos del                                                             cio rondaba los 6 millones de $ y la web que la ofrecía
        autor de “Love in vain”.                                                                                                                                                     desapareció al poco tiempo. La Gibson L1 fue una
        La que se considera más probable es la que se encuentra en el pequeño cementerio de  Mt. Zion Missionary                                                                       guitarra muy popular en la época, barata y con muy
        Baptist Church, cerca de Morgan City, a un tiro de piedra de la carretera comarcal nº 7 de Mississipi; para que,                                                               buenas prestaciones de la que se fabricaron y ven-
        como él había cantado “…Mi viejo y maldito espíritu pueda subirse a un autobús Greyhound y marcharse.”                                                                        dieron un buen número de ejemplares. Las pruebas
        Columbia Records pagó una lápida en 1991. Otra se sitúa en Money Road; 11 millas al sur de Iles Morgan City,                                                                de autenticidad se centraban en algo tan inconsistente
        10 millas al oeste de Greenwood y cuatro al sur de Itta Bena, en la autopista 7;  junto a la Little Zion Church,                                                           como que el veteado de la tapa se parecía al de la que
        En 2002 se colocó una lápida.                                                                                                                                                luce Robert en una de las famosas fotos, que además
                                                                                                                                                                                     son lo bastante borrosas como para poderse apreciar
        La tercera más probable estaría en la Payne Chapel Memorial Baptist Church, al norte de Greenwoood y                                                                         en detalle.
        cerca de Quito. Hay unas cuantas más que no vamos a citar para           no extendernos. Todas ellas son
        lugares de peregrinación para fans y curiosos, en las lápidas pue-          des encontrar púas de guitarra,                                                                 para acabar (pero no lo último; que estoy seguro de
        monedas, botellas de whisky y otras ofrendas… Todo un circuito                 necrófilo-turístico para afi-                                                               que esto del centenario nos va a traer muchas sorpre-
        cionados que puede completarse con una visita al legendario Three               Forks, en el cruce de la 82                                                  sas…); a Johnson le crece la familia… A lo largo de su vida, el picha
        con la 49; el local donde Johnson fue asesinado. Aunque el edi-                   ficio se derribase hace                                             brava de Robert tuvo un extenso e inconcreto número de hijos, todos ellos
        muchos años, nada tenga que ver con el actual y las últimas inves-                   tigaciones sugieran                                              ilegítimos. Uno de ellos, Claud Johnson, un conductor de camión de más de
        que Johnson murió de tuberculosis.                                                                                                                    70 años, mantuvo una dura batalla legal por sus supuestos derechos. A  finales
                                                                                                                                                               de los 90, un juzgado de Mississipi le declaró único heredero.
        El periplo puede continuarse por los locales donde se efectuasen sussesio-                         n es.
        Para empezar por el histórico almacén de Dallas donde tuvieron lugar las graba-                     cio-                                                Para honrar la memoria del ancestro o, si quieren pensar mal, seguir explo-
        nes de junio del 37; aunque hay que darse prisa porque los propietarios del edificio                  s e                                               tando la gallina de los huevos de oro; Claud ha creado el “Official Robert Jo-
        plantean derribarlo aunque la Robert Johnson Fundation (ya hablaremos de ella) está                                                                     hnson Blues Museum” en Cristal Spring, Mississippi. El edificio está abierto
        interesada en su compra para crear allí un estudio. El resto de las grabaciones se efectuaron                                                           al público y es además la sede de la “Robert Johnson Blues Foundation” que
        en el Hotel Gunter de San Antonio, Texas (23, 26 y 27 de noviembre de 1936); hoy en día el                                                               preside el propio Claud y tiene como vicepresidente a Steve, uno de sus
        hotel lleva el nombre de Sheraton-Gunter y una placa instalada en su vestíbulo el 23 de noviem-                                                            hijos y como secretario y tesorero a Gregory y Michael; todos ellos nietos
        bre de 2001 recuerda aquel evento.                                                                                                                         de Robert. Lo que se dice un negociete familiar… Steve incluso ha ini-
                                                                                                                                                                    ciado una carrera cantando versiones del abuelito. Aunque ignoro si lo
        Otro capítulo serían el descubrimiento de nuevas canciones. No hace muchos años intentaron colar                                                             hace bien o mal, no he tenido redaños para escuchar ninguna de ellas.
        una falsa toma alternativa de una ellas. Y también se habló de otra desconocida que sería la núme-
        ro treinta de la que supuestamente una empleada de la limpieza había encontrado un acetato en                                                                  En mi papel de abogado del diablo podría seguir aportando ejem-
        el sótano de un almacén. Poco después se descubrió que era más falsa que un euro de madera.                                                                     plos; pero creo que por hoy ya vale y además, o mucho me equivo-
                                                                                                                                                                          co o tendremos tiempo para ver como aparecen nuevas sorpre-
        Lo de las fotografías e imágenes viene de lejos… Bob Dylan cuenta en su autobiografía «Cró-                                                                         sas. Yo no me sorprendería si el día menos pensado aparecen a
        nicas» que hace ya mucho tiempo, John Hammond (padre) le enseñó -y Dylan la da por                                                                                  subasta en e-bay los calzones de algodón (y sin lavar, claro) que
        buena en el libro- una grabación en la que aparecía Johnson junto a otros músicos tocan-                                                                          Robert llevaba puestos el día en que vendió su alma al diablo; o
        do la guitarra y la armónica. Más tarde se hizo público que en la película se mostraba                                                                            saquitos de tierra maldita tomados del mismísimo cruce de ca-
        un póster colgado tras los músicos que se realizó con motivos publicitarios en 1940.                                                                              minos… Lo que sea, señores; el negocio es el negocio.
        (RJ murió en 1938).
                                                                                                                                                                          En mi opinión, para saber más de la figura y de la música de Ro-
        La ultima fotografía “descubierta” por la revista “Vanity Fair” le muestra guitarra                                                                              bert Johnson solo nos queda un camino. El de siempre. Pongan un
        en mano y en compañía de (al parecer) Johnny Shines. Se está anunciando a                                                                                             disco suyo en el plato o en el lector de cds, escuchen y déjense
        bombo y platillo y ha despertado el interés de Steve La-       Ve -                                                                                                   llevar. Imaginen lo que quieran y creen su propia fantasía.
        re, Elijah Wald, Peter Guralnick, Gayle Dean Wardlow                                                                                                                     Será tan válida como cualquier otra y además es gratis.
        y otros expertos en el tema que parecen estar interesa-
        dos en la autenticidad de la instantánea y ya están manos                                                                                                                 Y probablemente, el viejo Robert en alguna de sus mu-
        a la obra con sus investigaciones.                                                                                                                                        chas tumbas; esboce una sonrisa al ver que alguien sigue
        Probablemente el mundo de la música no gane ni pierda nada si                                                                                                             engordando el mito y hablando, escuchando o pensando
        la foto resulta ser lo que parece, pero sin lugar a dudas supondría un                                                                                                   en esas veintinueve canciones que, en vida, apenas le re-
        notable incremento en la cuenta corriente del propietario.                                                                                                                     portaron unas monedas y unos breves momentos de
                                                                                                                                                                                        gloria.


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