Page 44 - Manual ofimática nivel II
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Su voz puede ser tanto más poderosa cuanto más la conozca, la
entienda y sepa controlarla. La voz humana, por ejemplo, afecta
fisiológicamente a quien la escucha, y ésta es una de las razones de que
seamos sensibles a los matices del sonido:
• Si habla rápido, es probable que a quien lo escucha se le acelere el
ritmo cardíaco, le aumente la secreción de adrenalina y la
respiración se le haga superficial.
• Grítele a alguien, y es probable que a esa persona le suba la presión
sanguínea.
• Háblele con calma, con voz lenta y tranquila, y las reacciones físicas
corresponderán a su tono de voz.
La voz no sólo afecta a los/as demás, es también un fino barómetro de
los propios estados físicos y emocionales:
• Puede revelar cuál es su nivel de estrés mucho antes que otros
signos físicos.
• Refleja su nivel de fatiga.
• Indica su estado emocional.
Un/a orador/a eficaz usa la sonoridad de diferente manera que uno
mediocre. Los/as buenos/as oradores/as se comportan de la siguiente forma:
• Modifican los niveles de sonoridad con más frecuencia que los/as
mediocres.
• Usan menos poder vocal en las palabras sin importancia, como los
artículos (el, la, un, una), conjunciones (y, o, aunque), y
preposiciones (con, en, sobre).
• Tienen mejores costumbres respiratorias, marcadas por
movimientos lentos y constantes del diafragma más bien que por
sacudidas irregulares del pecho y del diafragma hacia arriba.
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