Page 25 - Un mundo infeliz de Darwin al neoliberalismo Book
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abundaban en las calles de Londres. Ellos parecían estar ganando la lucha por la existencia a los individuos “superiores” de los que había cada vez menos descendencia. Así lo advir^ó también William Rathbone Greg (1809–1881), quien pensó de inmediato que la selección natural estaba fallando, por lo menos en el caso inglés. Darwin escuchaba a Galton en silencio, entre incrédulo y estupefacto. Quizás pensaba que las observaciones de Galton eran insuficientes, o quizás creía que la acción de los controles naturales resolvería el problema. O quizás empezaba a mostrarse pesimista de su propia teoría. Así le dejó entrever a Wallace.
Wallace – quien vivió hasta 1913- recuerda una de sus úl^mas conversaciones con Darwin, en la que este:
“... Se expresó muy lúgubremente sobre el futuro de la humanidad, sobre la base de que en nuestra civilización moderna [sic] la selección natural no tenía rol y los más aptos no sobrevivían. Aquellos que triunfan en la carrera por la riqueza no son de ninguna manera los mejores ni los más inteligentes, y es notorio que nuestra población se renueva más en cada generación desde las clases bajas que desde las clases medias y altas.”25
Pero para Galton el asunto no era observar, ni teorizar sino actuar, y para ello alistó la ciencia de la eugenesia. De acuerdo con él, la eugenesia debería ocuparse de “mejorar el stock” de las razas más adecuadas, de los
25 A.R Wallace, Human Selec^on, 1890, p. 325.