Page 118 - Velasco y la independencia nacional

VELASCO Y LA INDEPENDENCIA NACIONAL • La RevoLución continúa 1. El momento indígena
No es exagerado decir que la energía andina se revela pre- sente en los esfuerzos independentistas en todos los perio- dos, incluso en el momento criollo. Sin embargo, la iniciativa indígena tiene momentos de expresión propia cuyo inicio puede ubicarse en la gran insurrección de Manco Inca en mayo de 1536, apenas cuatro años después de la tragedia de la plaza de Cajamarca. Manco Inca, como se sabe, era hijo de Huayna Cápac, descendiente directo de los incas del Cusco. A la lucha del inca el antropólogo cusqueño Cesar Vivanco le llama “rebelión anticolonial”, en tanto el historiador Ed- mundo Guillén la llama “guerra de reconquista3. Ambas ex- presiones grafican correctamente el sentido de lo que Manco Inca buscaba, reconquistar la independencia de vida de la que los hombres y mujeres de la primera nación peruana ha- bían sido privados.
La gobernatura de Lima - conocida entonces como Nueva Castilla-, que venía siendo ejercida por Francisco Pizarro, se conmovió de extremo a extremo, con los miles de campe- sinos y soldados – se estima en alrededor de 60 mil- que el Inca movilizó en el Cusco, en Puno, la sierra central, en Lima y hasta en la sierra norteña. Los enfrentamientos fueron fe- roces, con páginas heroicas en el lado indígena como las que protagonizó el valeroso Cahuide.
En la ciudad del Cusco, después de más de nueve meses de asedio, Manco estuvo a punto de capturar a los hermanos de Pizarro– Hernando, Gonzalo y Juan- y a la reducida tropa que los protegía; habría logrado su propósito si desde Chile no hubiese retornado apresurado el ejército de Diego de Al- magro, a comienzos de 1537, acompañado de un Paullu Inca amansado. Manco Inca no tuvo propiamente una estrategia
3 E. Guillén G. T, Los Incas y los Inicios de la Guerra de Reconquista, Tomo 2, Universidad Alas Peruanas, Fondo Editorial, Lima, 2005, p. 134.
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