Page 130 - Velasco y la independencia nacional
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VELASCO Y LA INDEPENDENCIA NACIONAL • La RevoLución continúa
Destaca más tarde, en 1915, la rebelión del mayor Teo- domiro Gutiérrez Cuevas (Rumi Maqui), el último de “los breñeros” de Cáceres, quién moviliza a los nativos en las provincias de Huancané y Azángaro en Puno; toman ha- ciendas y se enfrentan con la guardia civil hasta ser derro- tados. Rumi Maqui es apresado y desaparece y su nombre se convierte en leyenda. Héctor Béjar sugiere que, en 1932, durante el gobierno de Sánchez Cerro – quién siendo capitán había respaldado la rebelión de Puno- Rumi Maqui salió de la prisión y desde entonces vivió clandestinamente, hasta su muerte en 1937.10
Y así se siguieron rebeliones campesinas en Pasco, Cus- co, en Puno, y se trasladan luego a las grandes ciudades. En buena cuenta, el periodo que corre entre la salida de Bolívar y los años 70 del siglo XX es de insatisfacciones en aumento. Las demandas libertarias populares se incrementan tanto en las ciudades como en el campo. Si hasta 1824 los grupos na- tivos peleaban contra un opresor externo, a partir de los años 50 del siglo XIX se fue volviendo más claro para todos que la independencia de España había traído la libertad apenas para las élites que ganaban poder en la capital y las ciudades principales. Para los nacionales la independencia siguió pen- diente. Había que volver a disputarla esta vez frente a opre- sores internos que, sin embargo, volvieron a andar coligados a nuevos y grandes poderes extranjeros.
3. El momento integrador
Este momento tiene orígenes más endógenos, mejor dicho, tan endógenos como los del periodo de luchas independen- tistas propiamente indígenas, con la diferencia sustancial
10 Héctor Béjar, Vieja Corónica y Mal Gobierno, Comentarios Republicanos para Descontentos, Achebé ediciones, Lima 2019, pp. 444-445
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