Page 198 - Velasco y la independencia nacional
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VELASCO Y LA INDEPENDENCIA NACIONAL • La RevoLución continúa
música. El Gobierno de Velasco (1968-1975) a través de actos prácticos nos enseñó a revalorizar nuestra cultura y a los an- cestros generadores de ella.
Nuestras manifestaciones artísticas, actos y patrimonio cultural dejó de ser propio de “gente baja” e inculta. Se fa- voreció el turismo para el conocimiento de nuestro acervo patrimonial. Se valorizó el Cusco (Pisac, Machupicchu, Ti- pón, Sacsayhuaman); Puno (Lago Titicaca, Chullpas de Si- llustani); Trujillo (Chan chan y las Huacas del Sol y de la Luna); Huaraz (La Cordillera Blanca, el Callejón de Conchu- cos, Chavín de Huántar y los grandes nevados). Hasta ese entonces la gente prefería viajar a Miami o Europa, que fue- ron los polos de atracción de la oligarquía. De un momento a otro descubrimos nuestro país y quedamos embelesados con su belleza.
El racismo de los años parecía una situación normal. Coti- dianamente se ejercía, aunque muchos no tuvieran concien- cia plena de ello. Así por ejemplo para ingresar a determina- das instituciones o trabajos se pedía examen de presencia personal. Lo que significaba que el color de la piel, la esta- tura y el vestir tenían nota calificativa para el ingreso a un puesto laboral o institución educativa. Había restaurantes y cafeterías donde se observaba letreros que decían: La casa se reserva el derecho de admisión.
En 1968 el país estaba gobernado por la oligarquía que imponía sus formas culturales y económicas. Como se decía, 100 familias gobernaban el país a través de bancos, compa- ñías de seguros, latifundios agroexportadores, constructoras de carreteras y del ejercicio de algunas profesiones liberales.
Lógicamente que esta oligarquía obedecía los mandados del amo de turno (Estados Unidos de Norteamérica) que pro- piciaba el sistema capitalista y el valor del individualismo.
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