Page 244 - Velasco y la independencia nacional
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VELASCO Y LA INDEPENDENCIA NACIONAL • La RevoLución continúa
7. En camino a recuperar la Dignidad
Túpac Amaru fue sacrificado en 1781, y su familia casi exter- minada, pero por supuesto su mensaje sigue vivo. La inva- sión española no lo ha derrotado, como tampoco la invasión de los modernos inversores que chantajean al Perú con los mismos métodos. El movimiento emancipador de los perua- nos va de la mano con revalorar a Túpac Amaru, así como a Mariátegui y Velasco Alvarado que intuyeron, propusieron y convencieron a millones basados, en el pleno entendimien- to de nuestra propia realidad andina y en lealtad con el lega- do y la acción histórica de nuestros ancestros.
Desde 1975 el país volvió a entrar en la pendiente de la degradación histórica de la que hasta ahora no se recupe- ra. Los logros de la revolución velasquista se han tratado de desmantelar por todos los medios, deshaciendo las coopera- tivas, las SAIS, las organizaciones sindicales, reconcentrando la tierra y volviendo a entregar las riquezas del país a manos extranjeras. Aun así, la huella viva de lo que fue el velas- quismo se mantiene viva en la memoria de la gente.
El Día de la Dignidad Nacional no solo fue como decía el Decreto de Velasco “inicio de la liberación económica nacio- nal y la ratificación del principio de soberanía”; fue, en rea- lidad, el inicio de una conciencia nacional popular que año tras año ha querido ser borrada de la mente de todos los pe- ruanos. En ocasión de los 50 años de la reforma agraria, los beneficiarios de la corrupción neoliberal volvieron a desatar sus odios contra Velasco, a maldecir de la reforma agraria y a defender una vez más el “Estado subsidiario” que les dejase los bolsillos, sin hacer nada para controlarlos. Pero, la campaña anti-Velasco sigue siendo una batalla perdida de los grupos de poder, porque la historia no se puede ocultar y las aspiraciones de la gente no se pueden impedir.
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