Page 57 - Velasco y la independencia nacional
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La Suerte de la Revolución • Augusto Zimmermann Zavala
la vieja refinería siguió procesando los crudos provenientes de campos diferentes, entre ellos “Concesiones Lima”, que la IPC tenía en condominio con la Empresa Petrolera Lobi- tos. Los crudos que venían de ese yacimiento eran de la IPC, pero la refinería había pasado a ser estatal. Por lo tanto, el servicio de refinación debía ser pagado por la IPC a la Em- presa Petrolera Fiscal.
Sin embargo, la Empresa Petrolera Fiscal, cuyo directorio estaba presidido por el Ing. Jorge Ferrand, prominente diri- gente de la Sociedad Nacional de Industrias, se “olvidó’’ de pasar las facturas correspondientes y cuando la gerencia se dio cuenta, se habían ya acumulado cerca de 12 millones de dólares como deuda que amenazaba en convertirse en inco- brable.
La IPC desconocía la validez de la expropiación y seguía aduciendo que la refinería era de su propiedad. Resultaba, pues, obvio que el endurecimiento de la línea nacionalista del Gobierno Revolucionario la llevaría a desconocer la le- gitimidad de la deuda.
El presidente Velasco ignoraba lo que estaba ocurrien- do y antes de publicar la noticia aproveché una invitación a almorzar con él para enterarlo de todos los pormenores y advertirle del peligro de un escándalo que podría remecer políticamente al Gobierno. En los oídos del país resanaba to- davía el eco de la “página once”.
Me pidió un informe escrito de cuanto verbalmente le hice conocer y tan pronto lo tuvo en sus manos hizo que el Sec- retario General, Gustavo Silva Aranda, lo enviara con oficio al Ministro de Fomento, General Maldonado, con la orden de preparar un informe que sería presentado a la próxima sesión del Consejo de Ministros.
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