Page 66 - Velasco y la independencia nacional
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VELASCO Y LA INDEPENDENCIA NACIONAL • La RevoLución continúa
tadores realizados a través del dictador de turno. Ignorantes del significado real de cuanto acontecía, las fuerzas armadas se limitaban a ser garantes del “orden establecido”. Cuando Velasco tomó el poder no podía prescindir de los genera- les conservadores porque su mandato estaba respaldado en la institución castrense. Implantar la educación política de los oficiales y soldados hubiese causado el desagrado de sus aliados. Se optó entonces por “descuidar” la politización y postergarla para un momento más propicio, mientras se im- pulsaba a fondo las reformas estructurales.
El simple hecho de que centenares de oficiales en servi- cio activo poblaran instancias decisivas de la administración pública a partir de 1968, los puso en contacto directo con los problemas nacionales y en diálogo con los civiles de ideas socialistas. Por una y otra vía asimilaron inquietudes, espí- ritu emprendedor, confianza en los destinos del país y or- gullo al sentirse protagonistas de una transformación social, pero aun eso no era suficiente para responder a complejas tareas que requerían no sólo formación técnica sino concien- cia política. Y en este aspecto, la falta de un apoyo ideológico efectivo desde la institución castrense en forma de educación política de cuadros o por lo menos de información constante de carácter global dentro de las filas sobre la revolución, fue abriendo un vacío cada vez mayor a medida que avanzaba el proceso de cambios y crecían las dificultades. Cuando éstas empezaron a manifestarse, una sensación de temor no expre- sado indicaba a oficiales bien intencionados, pero poco pre- parados para las contingencias usuales de una revolución, que quizá se estaba yendo demasiado lejos.
En tal situación, los oficiales peruanos continuaban sien- do muy sensibles a cualquier acusación que los tildara de comunistas, a pesar de que este es un recurso usado hasta la saciedad contra los intentos de independencia. Casi al co- menzar el proceso revolucionario, el Perú exigió y obtuvo el
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