Page 67 - Velasco y la independencia nacional
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Velasco: Izquierda Civil e Izquierda Militar • Héctor Béjar
retiro de la misión militar norteamericana, pero las fuerzas armadas, y particularmente la Marina, mantuvieron sus re- laciones con los Estados Unidos. El Perú continuó envian- do todos los años a sus oficiales recién graduados a seguir cursos de guerra antisubversiva en Panamá; y en ciertas academias militares se continuó dictando cursos acerca de la subversión comunista, justamente cuando la subversión más peligrosa provenía del imperialismo norteamericano, a través de su dinero, sus bancos, sus grandes compañías y sus agentes de todo tipo.
Diálogo “bajo vigilancia”
En el Perú de la época los servicios de inteligencia eran un verdadero poder en las fuerzas armadas, una entidad secre- ta y temida por los oficiales de cualquier graduación, y los funcionarios del Estado. Tanto la Marina, como el Ejército, la Fuerza Aérea y la Guardia Civil tenían (tienen) sus propios servicios de inteligencia, que operan separadamente y que coordinan sólo en instancias de alto nivel. El servicio de inte- ligencia del ejército cumplió un rol positivo en las postrime- rías del régimen de Belaúnde, cuando los oficiales analizaron la información acerca de los movimientos guerrilleros y las ideas que éstos preconizaban; cuando examinaron la reali- dad del país desde el punto de vista de la seguridad nacional, evaluaron la penetración imperialista y conocieron los textos de los estrategas revolucionarios contemporáneos. Más que el famoso Centro de Altos Estudios Militares CAEM, fue el Servicio de Inteligencia del Ejército, SIE, el punto de origen de la izquierda militar y el lugar donde se gestó el proce- so revolucionario. Pero cuando Velasco tomó el poder, casi toda la promoción que había preparado la intervención mi- litar del 3 de octubre de 1968 pasó a ocupar cargos políticos en el Estado. Los relevos rutinarios de la jerarquía castrense
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