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Siéntanse siempre capaces de decidir libremente sobre su propia vida, en asuntos
serios e importantes. Sientan como son capaces de cambiar la imagen que tengas de
ustedes por aquella que quisieran tener y sentirán el gozoso estímulo del autodesa-
rrollo y de tu propia creatividad.
Si concentran su espíritu reflexivo y afectivo en el sentimiento básico de la proji-
midad, evocarán con amor, imágenes, lo más vivas posibles de aquellos seres queri-
dos que son para ustedes protagonistas y a la vez testigos de un amor desinteresado:
Sus padres... maestros... amigos... sacerdotes... médicos u otros...
Sabrán rescatar de su propia interioridad los naturales impulsos que constituyen
los caracteres esenciales del hombre:
“Ser con otro solidaridad, ser para otro amor”
Y así sus emociones y sentimientos no dependerán exclusivamente de los aconte-
cimientos exteriores, sino que su mente les dará la verdadera dimensión de la realidad.
Si ustedes, realmente son dentro suyo, el mundo cambiará, descubrirán y descubrir es
llegar a lo esencial y con lo esencial se equilibra todo. Crecerán y tendrán pasado. En
la arena de la playa los chicos juegan a enterrar cosas, en la playa de la vida, el que no
aprende a enterrar el pasado no se proyecta en el presente.
Pónganse siempre en la piel del otro. Si sienten que les duele, probablemente tam-
bién le esté doliendo a él. La gente más feliz no necesariamente tiene lo mejor, sólo
sabe sacar lo mejor de lo que encuentra en su camino. La felicidad está con los que
lloran, los que están dolidos, los que buscaron y han intentado, porque sólo ellos pue-
den valorar la importancia de las personas que han tocado sus vidas.
El amor comienza con una sonrisa, crece con un beso y termina con una lágrima.
Nacer, es abrirse, es despertar, hagan de hoy un trampolín para lanzarse a la vida.
Cuando nacieron, ustedes lloraban y los que los rodeábamos sonreíamos.
“Vivan su vida, para que cuando mueran, ustedes sonrían y los que los rodean
lloren”.
Hoy, se lo pide el padre de sus padres, por dos veces su padre, su abuelo.
“Señor, que mis nietos tengan siempre presente la visión de conjunto de la vida
para vivir con alegría, que tanto en la alegría como en el dolor y el sacrificio, nunca
les falte el sentido de la vida, el dolor no los deprimirá entonces, y la alegría no los
exaltará, el sacrificio no los abatirá, ni los hará caer en la indiferencia ni en la desespe-
ración. Que cada día que pasen, como pasan los días, estén mejor, mejor y mejor, en
toda forma, con su salud perfecta. Que sus mentes actúen cada vez más con intuición,
imaginación creadora y originalidad constantemente renovada. Que tenga control
completo y dominio absoluto sobre sus facultades y sus sentidos. Que tengan plena
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