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Somos un solo planeta en casa
mastica varias veces la cabeza de su mujer, la
escena aterradora que estaba presenciando David
no duró mucho, pues cuando intentó huir bastó con
el pisotón de aquel animal para dejarlo en el piso e
incluso romper ciertos huesos, David alcanzó a gritar
antes de que su brazo izquierdo fuera arrancado.
Noah se despertó y cuando vio a sus padres muertos
sintió como todo su cuerpo se paralizó y un
escalofrío recorría su espalda. Cuando Noah
reaccionó solo corrió a donde se suponía estaba el
centro del parque, llevaba con él su teléfono pero
dentro de aquel bosque no había cobertura, pasó la
noche ahí hasta que un guardia de seguridad que se
encargaba de rondar el parque lo vio tirado en el
piso, llamaron a la policía y cuando llegaron con él
tuvieron que llevarlo a un orfanato. Gran sorpresa
se llevó Noah al enterarse de que en aquel parque
no había animales de ese tipo, era algo imposible
para su ecosistema, y menos ubicado en aquellas
zonas, como tampoco existieron las dichosas
cabañas donde le fueron arrebatados sus padres.
EL PEQUEÑO HIJO DE LA NATURALEZA
María Fernanda Granados.
En un pequeño pueblo a las afueras del valle, vivía
una poderosa familia, Los Motoa, que se
caracterizaba por tener animales silvestres e ilegales
en sus distintas fincas, tenían tres hijos dos de ellos
ya eran grandes y pertenecen al negocio del tráfico
de animales, y estaba Juan, él tan solo tenía 6 años y
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