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              nacimiento virginal de nuestro amado Señor Jesucristo
              quien nacería de una sencilla y humilde mujer (María),
              y no es para menos que el mismo Señor Jesucristo fuera
 La historia de la mujer desde su creación allá en el   quien devolvió a la mujer el lugar que debía tener como
 huerto del Edén donde nuestro Señor dijo que no era   “ayuda idónea” aceptando la ayuda que le brindaron en
 bueno que el hombre estuviera solo, se escuchó la so-  su ministerio muchas mujeres que habían recibido de Él
 berana, poderosa, amorosa y paternal voz del creador   salud, perdón de sus pecados y la vida eterna; los evange-
 diciendo: “…No es bueno que el hombre esté solo; ha-  lios asientan con nombre a algunas mujeres que le sirvie-
 réle ayuda idónea para Él (Gn. 2.18) y así fue en el   ron en su ministerio siguiéndole desde Galilea, Samaria
 Editorial
 día de su creación una verdadera ayuda idónea para   y Judea,(Luc. 8.1-3), mujeres de diferentes estratos so-
 el varón; pero la acción del maligno se encargó de en-  ciales, pero con corazones agradecidos. No es menor el
 sombrecer esta bendición divina pues llegó a través de   hecho de que fueran mujeres las que permanecieron al
 ella para hacer caer al hombre en pecado. En el capí-  pie de la cruz, las que a pesar de la tristeza que embarga-
 tulo tres del Génesis leemos esta lamentable historia   ba sus corazones, permanecieran hasta el final cerca de
 en que la mujer “fue envuelta en transgresión (1 Tim.   su Salvador y maestro.
 1.14) es a causa de este evento que la mujer recibió   En la iglesia apostólica la mujer continuó sirviendo a su
 el terrible castigo divino (Gen. 3.16) y los estragos de   salvador de diferentes maneras: desde prestar su casa
 este castigo son evidentes en la historia de la huma-  para las reuniones como María la madre de Juan Marcos
 nidad, donde la mujer ha sufrido abuso, maltrato, re-  (Hech. 12.12), Febe diaconisa de la iglesia de Cencreas
 chazo, indiferencia, menosprecio, etc. ¡Aún en el pue-  quien llevó la carta hasta Roma, las cuatro hijas de Fe-
 blo de Israel, según la historia un judío daba gracias a   lipe el evangelista que profetizaban (Hech. 21.8,9), o las
 Dios por no ser asno, gentil ni mujer!   mujeres que apoyaron de manera directa el trabajo de
 La misericordia divina no pudo ser menor a la mal-  evangelización como Priscila; la lista es larga y no pre-
 dad pues mientras que se pronunciaba la sentencia   tendo ser exhaustivo sino más bien demostrar que la
 divina, también se escuchó desde el corazón de Dios   mujer cristiana tiene un lugar propio en la iglesia que no
 su amor al hombre, dando una promesa que también   debe menospreciar, olvidar o descuidar, antes al contra-
 se conoce como el “proto-evangelio” (Gen. 3.15) pro-  rio debe seguir las huellas de esas mujeres consagradas.
 metiendo que  de la simiente   de la   Que nuestro Señor siga llamando mujeres a tomar su lu-
 mujer nacería aquél que da-  r í a   gar en la iglesia para servirle de modo que su nombre sea
 6  a la serpiente (Sata-  Amén.
              glorificado, su reino sea extendido y su nombre alabado.
 el golpe contundente
 nás), promesa que
              Realizado por: Pastor Hipólito Maceda Cortés con-
 se cumple en el
              sejero de la USSF


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