Page 174 - Mitos y otros relatos de la Antigua Grecia
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caminantes en un estrecho pasadizo y se los devoraba... y también debió vérselas en la captura y muerte del indomable toro de Creta (que había traído Hércules), el que asolaba los campos de Maratón.
Estas y otras hazañas enriquecieron la fama de Teseo antes de llegar a Atenas, por lo que gozaba de gran admiración por su valentía y acen- drado sentido de la justicia, que lo fueron convirtiendo en el mayor héroe ateniense.
Estas mentas llegaron a los oídos de la maga Medea con quien Egeo se había casado un tiempo atrás. Ella era hija del rey Eetes de la Cólquida y poco tiem- po antes había sido abandonada por Jasón cuando decidió unirse con Creusa. Medea, que era hechicera, lo reconoció y vió en el joven héroe que llegaba un peligro, pensando en que usurparía el trono de Atenas, por lo que tramó un plan diabólico.
Se encargó de infundir temores a Egeo, su rey (quien ignorando que Teseo era su propio hijo que venía hacia Atenas cumpliendo aquel antiguo man- dato que el mismo le había dejado a Etra muchos años atrás), pues el joven reunía las condiciones para aspirar al reino de Atenas.
Fue entonces que el rey Egeo dispuesto a deshacerse del “desconocido” joven, le ordenó luchar contra el toro de Maraton... pero el toro al ser derrotado por Teseo, motivó que el joven héroe fuese invitado (con intenciones “non sanctas”) a un banquete para celebrar la victoria.
Fue así que Medea poseedora de una peligrosa inestabilidad psicológica, or- ganizó aquella fiesta para agasajar al valeroso Teseo, pero tramando darle una copa de vino envenenada como recibimiento. Así, en el momento que Teseo estaba por cortar con su espada un trozo de carne y ofrendarla a sus anfitriones antes de beber, la casualidad salvó su vida.
Su padre viendo sus sandalias reaccionó rápidamente, e inmediatamente tomó conciencia de que ese joven no era otro que su hijo. Prestamente le impidió be- ber aquél vino envenenado arrojándolo al piso y además de inmediato decidió expulsar a la peligrosa maga Medea de sus tierras.
Entonces Teseo fue reconocido oficialmente como hijo y sucesor del rey, lo que provocó la rebelión de los hijos de Palante, el hermano de Egeo, pues ya uno de ellos había sido nominado como su sucesor, ya que a Egeo no se le conocía hasta aquel momento ninguna descendencia.
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