Page 206 - Mitos y otros relatos de la Antigua Grecia
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causa y motivo de la sangrienta guerra de Troya y en “La Odisea” fue Penélope esposa del rey de Ítaca, quien personificó al ejemplo de fidelidad conyugal, espe- rando durante veinte años el incierto regreso de su amado esposo.
También Homero las describió malvadas, como la maga Cirse que vivía en la isla de Eea y que con ayuda de hierbas y murmurando encantamientos transformaba a los hombres en animales o bestias, para también destruir a sus enemigos con pociones venenosas, como intentó hacerlo con Ulises y parte de su tripulación durante su regreso a Ítaca. Medusa, que conseguía transformar- los en piedras con solo cruzar sus miradas y las sirenas, criaturas marinas mi- tológicas, que enloquecían a los marineros con sus cantos dulces y melodiosos.
También en las obras e Esquilo, Sófocles, Eurípides y Aristófanes, cobran protagonismo histórico
Clitemnestra, esposa de Agamenón y reina de Micenas.
Ifigenia, hija de ambos que (como cuenta Eurípides) estuvo a punto de ser sacrificada para compensar el odio de Artemisa con su padre, por haber cazado uno de los venados de la diosa. Pero la diosa terminó apiadándose de la joven a último momento, haciendo sacrificar a una cierva en su lugar...y transformando a la joven en sacerdotisa. Aunque Sófocles (en otra versión) afirmó que el sacrificio se concretó, lo que plasmó el odio que hacia su marido incubó Clitemnestra durante la guerra de Troya, hasta terminar asesinándolo a su regreso.
Electra, otra de las hijas de Agamenón y Clitemnestra, fue junto a su hermano Orestes quienes urdieron el plan para asesinar a su propia madre junto a su amante Egisto y así vengar el asesinato de su padre.
Aquel tremendo conflicto con su madre, es el que dará nombre al “complejo de Electra”, término que fue propuesto por el psicólogo Carl Jung, quien en sus comienzos tuvo estrecha colaboración con Sigmund Freud.
Se refiere el “complejo de Electra” como contrapartida femenina al “complejo de Edipo”, significando la atracción afectiva patológica de la niña con la figura de su padre.
Medea, la terriblemente vengativa, era hija de Eetes, rey de la Cólquida y de la ninfa Idía. Fue sacerdotisa de Hécate (diosa griega de la magia y la brujería), aprendiendo de ella y de su tía la maga Cirse, los principios de la hechicería, habilidades que desarrolló muchas veces con gran crueldad a lo largo de su vida.
Esta mujer, paradigma de la crueldad, fue otro de los ejemplos que psicólogos y psiquiatras tomaron para ejemplificar las agresiones psicofísicas de los pro- genitores (padre o madre) hacia su propia descendencia, o el abandono, lle-
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