Page 31 - Mitos y otros relatos de la Antigua Grecia
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y madera) y ganaderas menores para autoabastecerse. El agricultor necesitaba de la fuerza y el abono que le proporcionaban los animales y el ganadero preci- saba el alimento que aquellos producían; eran sin duda actividades simbióticas.
Las “acrópolis” o “ciudad alta” tenían los claros objetivos de avisorar cualquier incursión extraña no deseada, como también la de resguardar en lo alto a la población en caso de ataque y la de construir allí importantes edificios para la comunidad.
Tenían un “ágora” especie de plaza pública, que cumplía la función de ser el centro de la vida de la ciudad, ya que allí se desarrollaban actividades comer- ciales de ferias, además de eventos culturales y religiosos.
Su población alcanzaba como máximo a diez mil habitantes, mayoritariamente labradores, en poco más de 75 a 115 kilómetros cuadrados de superficie y respecto a su organización política, diremos que fue mutando con el pasar del tiempo desde lo que era una monarquía, hasta un sistema que dirigían mediante asambleas, en las que las decisiones políticas eran tomadas por los representantes de las familias más poderosas.
Había dos clases de escuelas, la de música y la de gimnasia y al cumplir dieci- séis años, los jóvenes comenzaban a frecuentar “el gimnasio”, una especie de escuela superior, donde completaban su educación intelectual y física.
Tenían a sus ciudadanos divididos en tres clases, los ciudadanos libres, que gozaban plenamente de sus derechos, los extranjeros que vivían en libertad, pero tenían sus derechos limitados y los esclavos que no gozaban de derechos ni podían vivir en libertad.
Pero... llegó el momento que comenzaron las exigencias de los ciudadanos para mejorar su condición y provocaron revueltas que deterioraron el poder de la oligarquía.
Así se fueron estableciendo otros asentamientos (por decisiones políticas que obedecían entre otras cosas al aumento demográfico helénico pero con recur- sos limitados) a lo largo de las costas de la Península Itálica y Sicilia, siendo en sus comienzos esas colonias absolutamente dependientes de las “polis” griegas, las que con el pasar del tiempo se fueron independizando debido a su propio desarrollo económico, siempre avalado por el rico acervo cultural y artístico griego.
Ya a finales del siglo VII a.C. y durante el siglo VI a.C. se consolidan las colonias existentes y se forman nuevas ciudades, pero estas ya no provienen
  Dr. Juan Carlos Miller |29|
 
























































































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