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la maestra de Español iba más allá de un vínculo tolerancia con los varones, de quienes se decía,
institucional y era de carácter más personal. “así son ellos”, “es que son hombres” y en el
caso de Vladimir, “lo vamos a sancionar, pero 37
Más allá de que las afirmaciones de Vladimir así es él”. La atención personalizada a Vladimir
fueran o no comprobables, mostrarse como se daba sobre todo cuando desobedecía alguna
un varón violento aparecía como un esfuerzo parte del reglamento considerada como grave,
continuo del que dependía su identidad y pero la responsabilidad en estos casos era
cualquier conversación derivaba en insultos, trasladada a la familia.
expresiones de descalificación y agresividad
hacia el resto de los varones a quienes
consideraba unos “pendejos”. A la pregunta
de si la violencia le parecía importante su Los señalamientos hacia las
respuesta fue: “el respeto lo es todo”.
mujeres y la patologización de
Insertamos aquí el caso de Vladimir porque una sexualidad diferente
consideramos que al interior de la escuela
representa al varón como “factor de riesgo”, 16
pues las actitudes que mostraba hacia sus Las mujeres también adoptaban algunos de los
compañeros, compañeras y maestras, podían ser juicios propios de los varones antes descritos.
muy perturbadoras. Varias maestras señalaron Ellas expresaban distintos tipos de censura y
temor de que siquiera les dirigiera la palabra, “no condenas por las cuales una compañera no
sé ni cómo le di clase durante un año” expresaba era “decente”, la falda muy corta reflejaba
una de ellas. Mostraba predilección por amenazar la intención coquetear, es decir de andar de
maestras y buscaba continuamente la manera de “locas”, situaciones que las definían como
pelear o perjudicar a Montag, por ejemplo, trató anormales e inmorales al mismo tiempo.
de inculparlo por incidentes (robos) de los que él
era el autor. Era un riesgo para sí mismo al insistir Las expresiones eróticas entre niñas eran
en pelear, exhibir su conocimiento y consumo de vistas mayormente como una desviación. El
drogas e identificar a la violencia como sinónimo Coordinador Académico (médico de formación)
de respeto. calificaba al beso entre dos alumnas, como un
“comportamiento anormal”, producto de una
La necesidad de Vladimir para legitimarse ante la “completa anormalidad cromosómica”. En este
comunidad de estudiantes adquiere rasgos caso el coordinador afirmaba que “ya mejor no
que ponen en riesgo su bienestar físico, su les dijo nada, no lo fueran a acusar además a él
salud desde esta temprana edad, pero sobre de algo, de que “las inducía” o algo así”.
todo a futuro. Su pertenencia a bandas y los
datos disponibles sobre los posibles nexos A pesar de que la orientación de los programas
de sus integrantes con el crimen organizado de Educación básica en general, incluidos los de
incrementan este riesgo. Consideramos además Secundaria, estipulan el derecho a la educación
que la heteronormatividad escolar constituye sexual y el respeto a la diversidad como orientación
una plataforma en la que le es posible construir pedagógica, entre el personal docente y los
estas asociaciones. diferentes niveles de autoridad prevalece la
tendencia a considerar como anormales lo que
Por una parte, aunque las autoridades escolares pudieran ser expresiones de identidad diferentes
sancionaban sus actos de “indisciplina” y las en materia de sexualidad o de erotismo. En el
agresiones hacia sus compañeros, la misma caso del coordinador, deshecha una posible
maestra de Español había tratado de tomar el reconvención, una plática de orientación o
caso entre sus manos, por otra parte, la autoridad una llamada de atención por realizar un acto
escolar establecía una distinción entre hombres prohibido para todo tipo de relación de noviazgo
y mujeres a la hora de sancionar conductas entre parejas (heterosexuales u homosexuales),
“indisciplinadas”. Las mujeres que trasgredían el problema es la connotación anormal que les
el reglamento y se expresaban con groserías, otorga al señalar que esas alumnas “no tienen
desobedecían a sus maestros, agredían a sus remedio”.
compañeras o compañeros o peleaban, causaban
gran preocupación entre las autoridades porque Las mujeres que tienen actitudes consideradas
“ya ni las niñas respetaban nada”, entonces eran indisciplinadas o que usan lenguaje con groserías
severamente reprendidas y juzgadas bajo criterios son reprendidas con mayor énfasis que un varón y
morales de parte de la comunidad escolar en su “llevarse pesado” con los hombres prácticamente
conjunto. En cambio, existía cierto margen de neutraliza cualquier posibilidad en su defensa