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grupo de varones ante las autoridades inter- en ocasión para insertarse en el trabajo
fronterizas, quienes tienen relaciones se- sexual comercial.
xuales con ellas a cambio de que pase todo
el grupo. En muchas ocasiones el sexo se Entre las comunidades de paso, las mu-
convierte para la mujer en el único recurso jeres migrantes indocumentadas son aso-
que tiene para negociar y asegurarse su ciadas a “ser una mujer de la vida fácil”; no
sobrevivencia y seguridad dentro del gru- encuentran redes sociales de apoyo entre
po. Así, la mujer es vista por los mismos los miembros de la comunidad. Son vis-
migrantes como una persona disponible tas como las “que quitan maridos” o, si no,
para cualquier tipo de servicios, pero prin- como una alta competencia para las mu-
cipalmente para tener relaciones sexua- jeres de la comunidad.
les, y en determinados casos hasta para
prostituirse. En este contexto complejo la mujer mi-
grante indocumentada es vista como dis-
Por otra parte, existen personas y organi- puesta y a la vez disponible para tener
zaciones sociales que apoyan al migrante relaciones sexuales. Su imagen se asocia
en su trayecto, que van desde los inte- también con el VIH/SIDA, lo que provoca
grantes de la familia, los transportistas y rechazo y estigmatización. Hay que des-
los llamados coyotes. Estas redes pueden tacar aquí que en estas situaciones y viven-
ser un factor positivo que apoya la mi- cias destaca la escasa o nula posibilidad Referencias bibliográficas
gración y las posibilidades de conseguir que tienen las mujeres migrantes para
llegar al lugar de destino. Sin embargo, lo negociar, al menos, el tener relaciones se- Aggleton, P, y Parker, R (2003), “HIV
and AIDS-related stigma and
que se entiende por apoyo debe matizarse xuales con protección. discrimination: a conceptual frame-
work and implications for action”,
cuando se habla de las redes conformadas Social Science and Medicine, 57 (1):
por coyotes, que constituyen un entra- LA MUJER COMPAÑERA 13-24.
mado complejo de intereses económicos DEL MIGRANTE:
y políticos. Es frecuente que el apoyo que “LAS QUE SE QUEDAN” Bronfman, M, y Minello, N (1995),
“Hábitos sexuales de los migrantes
brindan tenga un alto costo económico, y El fenómeno migratorio tiene varias con- temporales mexicanos en los Estados
muchas veces las condiciones de traslado, secuencias sociales. Una de ellas —quizá Unidos. Prácticas de riesgo para la
infección por VIH”, en Bronfman,
alimenticias y de descanso son pésimas. la más inmediata— es el cambio en las rela- Amuchástegui, Martina, Rivas,
Rodríguez, SIDA en México.
Para algunos migrantes, contratar a un co- ciones dentro de los grupos familiares en Migración, adolescencia y género,
yote representa la única posibilidad para los lugares de origen; pero también tiene México, Colectivo Sol, A. C., 1999.
pasar del otro lado, pero se trata de una efectos en los periodos o fases de retorno Bronfman Pertzovsky, M (1992),
posibilidad sin garantías reales de éxito. y reintegración de los migrantes a su loca- “Hábitos sexuales de migrantes me-
Este individuo, en algunos casos, puede lidad de origen y a sus núcleos familiares. xicanos a EEUU y prácticas de ries-
go para la infección por VIH”, III
convertirse en alguien que manipule la Estos procesos de ida y vuelta, expulsión Congreso Nacional de Investigación
relación y la situación, y deja de ser una y retorno, contribuyen a modificar las rela- Sobre Salud Pública.
ayuda para los migrantes y se convierte ciones interpersonales y sociales; mientras Caballero García, M, Dreser
en un extorsionador. Las mujeres son en unas relaciones se debilitan, otras pueden Mansilla, A, Leyva Flores, R, y
todos los casos las personas más vulnera- resultar fortalecidas. La mayor parte de Bronfman Pertzovsky, M (2002),
“Migración, mujer y vih/sida en
bles tanto entre el grupo de migrantes como los migrantes son varones jóvenes, algunos Centroamérica y México”,VII
con los coyotes. Éstos son algunos de los de los cuales tienen pareja en la comu- Congreso Nacional sobre SIDA e ITS
2002, Veracruz.
personajes con los que ellas establecen nidad de origen; todo este entorno se mo-
prácticas de “sexo transaccional”, a cam- difica como consecuencia del proceso Cáceres, F C (1999), “Dimensiones
sociales relevantes para la preven-
bio de un servicio. En otras ocasiones, la migratorio. Por una parte, las mujeres ción del VIH/SIDA en América Latina
mujer se ofrece a cambio de “ser pasada casadas o unidas “que se quedan”, tienen que y el Caribe”, en Izazola (ed.), El SIDA
del otro lado”. Otras de las mujeres man- reajustar sus relaciones familiares y comu- en América Latina y el Caribe: una
visión multidisciplinaria, México,
tienen relaciones sexuales con cualquiera nitarias a su nuevo contexto de mujeres Fundación Mexicana para la Salud.
de estos personajes a cambio de comida o solas. Por otra parte, en otro momento del Delor, F, y Hubert, M (2000),
albergue. Es lo que denominamos “sexo proceso, el retorno del compañero consti- “Revisiting the concept of
de sobrevivencia”, en el que es patente tuye un verdadero reto para el reacomodo ‘vulnerability’”, Social Science and
Medicine, 50: 1557-1570.
una clara relación de asimetría que pone a de papeles y la recomposición de redes
la mujer en una posición de auténtica vul- en la familia y también en la comunidad. Fairchild, A L, y Tynan, E A (1994),
nerabilidad. Las relaciones sexuales como “Policies of containment: immigra-
tion in the era of AIDS”, American
forma de supervivencia pueden convertirse Diversos estudios han contribuido a ge- Journal of Public Health,
en algunos casos y en algunos momentos nerar testimonios verídicos de los cam- 84 (12): 2011-2022.
11 Género y Salud
en cifras