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no encontrar soluciones a los conflictos familiares Si nos regresamos al hecho [a las pérdidas vividas],
y laborales; mientras que para otros, la ansiedad se nos da por llorar. Para mí, mis broncas son mis broncas,
8 combinó con manifestaciones de ira, mismas que o sea yo trato de no exteriorizarlo, simplemente lo
se desencadenaron por los problemas de pareja: guardas y lo sacas trabajando o no pensando en ello.
(Rodrigo, 48 años)
[…] sí, una depresión, una soledad, una desesperación,
¿sí? La depresión era aislamiento…. Aislamiento, A veces te digo que se guarda tanto el sentimiento
este… de que uno está solo, ¿sí? Este… una que no lo dejo salir. No sé, no sé qué siento. Para
desesperación así… a veces unas ansias de qué hago, empezar soy muy fuerte de carácter, también no
de estar pensando, pues no sé este… pensando a lo me gusta demostrar que soy débil en estas cosas.
mejor, ¿me regreso? [con la pareja]... ¡No! porque si No me gusta demostrar que soy débil. Siempre es así,
me regreso van a ser las broncas, mejor me quedo me cuesta trabajo llorar (silencio muy prolongado).
solo, ésa es la situación de qué haces, ¿me entiendes? ¿Cómo ves? Pues mi papá decía que quería un
Esa es una… gran desesperación. hombre, que no quería una niña, entonces si lloraba
(Pablo, 48 años) eran todos los golpes, mucho más, más duros, más
duros eran los golpes, entonces te digo que no quería
En la última subcategoría se agruparon aquellas llorar, ¿sí? Yo creo que yo lo hago por inercia, ya es
expresiones del malestar que están muy vinculadas una reacción biológica. Hay algo dentro de mí que
con la “construcción de la identidad masculina me dice no, como cuando era chico, haz de cuenta
tradicional”, que tiene como una de sus características que eran los cinturonazos y yo no lloraba, yo sentía
principales la represión de ciertas emociones que como placer.
dentro de los códigos culturales masculinos son (Manuel, 30 años)
“prohibidas”, como mostrar vulnerabilidad ante las
demás personas, exteriorizar los sentimientos y en Respecto al segundo grupo, tres de los entrevistados
su lugar querer controlarlos, ser emocionalmente afirmaron que sintieron ganas de llorar frente a las
débiles, no aguantar el dolor y llorar, entre otras. crisis depresivas o de ansiedad que han vivido. De
hecho, durante las sesiones, al momento de abordar
Este tipo de manifestaciones son relevantes para sus episodios depresivos, lloraron y dijeron que
comprender los malestares masculinos, pues muestran antes no habían podido hacerlo:
cómo los hombres aprenden y reproducen estas Porque me cuesta, bueno ahorita ya no me cuesta
expresiones no sólo ante las pérdidas o eventos mucho, pero a veces sí me detengo porque me da
vividos, sino en sus prácticas cotidianas y con costos pena. No sé por qué me da pena, pero como que
importantes para ellos mismos, para sus parejas y me gana más el enojo, como que me digo: no voy a
para sus hijas o hijos.
llorar, al diablo, y a veces quiero llorar para sentirme
alivianado, ¿no?
En las entrevistas realizadas encontramos que ante (Octavio, 31 años)
las pérdidas, los ocho entrevistados revelaron algún
nivel de restricción emocional; sin embargo, este tipo Por otro lado, la “vulnerabilidad” en los hombres se
de expresiones fueron más marcadas en el primer considera socialmente como un símbolo de debilidad,
grupo, lo cual sugiere que una vez que los varones pues los ubica en una posición de subordinación,
cruzan la barrera social que les impide mostrar asociada en el imaginario a la construcción del
vulnerabilidad, y cuando el padecimiento llega a género femenino. En los relatos se observó que
interferir en la vida cotidiana, es cuando consideran para ellos fue difícil recibir muestras de afecto,
que ha llegado el momento de buscar ayuda.
solidaridad, protección o compasión de otras
personas. Por lo general este aspecto obedece a una
Entre estas manifestaciones se identificaron tener serie de discursos dominantes sobre la masculinidad
carácter fuerte, no demostrar debilidad y no llorar, y la vida afectiva:
las cuales son rasgos importantes de la subjetividad
masculina que se construyen desde la infancia hasta No, no me gustaría que me dijeran la palabra
la vida adulta y que actúan como mecanismos para de pobrecito; o sea, no me gusta esa palabra.
enfrentar las pérdidas y los problemas de la vida Inclusive llego a tener problemas y no los manifiesto,
cotidiana. Así, en los relatos se encontró que éstas no me gusta, o sea no soy un animal como para
fueron expresiones del malestar masculino que les que me tengan compasión, pobrecito porque pues
permitieron ocultar el dolor frente a las vivencias. sí se valerme por mí mismo, sé hacer mis cosas.
Es importante distinguir que si bien la mayoría de Yo no llegaría y te diría: oye, pobrecita ¡No! ¡Ni
ellos ha tenido que mostrar en distintos momentos maíz! Se tienen que alivianar, que digan ¡quihúbole
esta rigidez emocional, fueron los participantes cabrón! ¿Cómo estás? ¡Échale ganas! ¡Párate ya!
del primer grupo quienes describieron con mayor ¡Vente a hacer algo! Sí, porque si nos regresamos
frecuencia este tipo de manifestaciones: al hecho, nos da por llorar. Para mí, mis broncas