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La OMS saca la transexualidad de la lista de enfermedades mentales
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció que la transexualidad no es un “trastorno mental”,
al excluirla de la actualización de la CIE-11 (Clasificación Internacional de Enfermedades), publicada el
lunes 18 de junio de 2018.
La “incongruencia de género” (transexualidad) sucede cuando una persona tiene una identidad de
género diferente a la indicada por su cuerpo desde el nacimiento.
Con esta exclusión se busca evitar dar justificación a quienes intentar “curar” o tratar la transexualidad,
lo que significa agresión, y causa de discriminación y violencia para las personas que viven con esta
condición; al igual que sucedió con la despatologización de la homosexualidad en 1990.
Sin embargo, aunque este paso es importante, la “incongruencia de género” no se suprimió del capítulo
de disfunciones sexuales, por lo que personas actoras de esta comunidad en México se manifestaron
para exigir que su identidad de género sea excluida de cualquier lista, catálogo, manual o terminología
que fomente el odio y la exclusión.
Argentina aprueba la legalización de aborto en cámara de diputados, sin embargo
el senado la rechaza
La cámara de diputados de Argentina aprobó el proyecto de ley de la interrupción voluntaria de
embarazo el pasado 13 de junio.
La moción legaliza el aborto hasta la semana 14 del embarazo sin mayores causales, sólo ante el
pedido de la persona gestante, misma que puede ser una mujer o un hombre transexual.
Argentina es el único país perteneciente al G20 que cuenta con una legislación restrictiva respecto al
aborto; únicamente está despenalizada si el feto presenta malformaciones graves o si está en riesgo la
salud física, psíquica o social de la mujer, o si el embarazo fue consecuencia de una violación.
Distintos sectores de la sociedad y organizaciones civiles de Argentina se organizaron para solicitar una
ley a favor del aborto legal, seguro y gratuito. Esta iniciativa fue aprobada en la Cámara de Diputados
con 129 votos contra 125, luego de 24 horas de debate.
Sin embargo, las convicciones religiosas se impusieron ante el derecho de las mujeres a decidir sobre
su propio cuerpo, cuando el 8 de agosto el senado rechazó dicha propuesta con 38 votos en contra y
31 a favor; la interrupción del embarazo se mantiene como un delito penado con hasta cuatro años de
cárcel, a pesar de que cada minuto y medio una mujer aborta en dicho país.
