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En nuestro continente, 80% de los cuidados de Lo anterior se evidencia con datos de la encuesta
salud a familiares con enfermedades crónicas de opinión Latino-barómetro 2006, pues muestran
o invalidantes son realizados por las mujeres que en la mayoría de los países de la región se 33
dentro del hogar. Se trata de un trabajo considera que la responsabilidad de que las mujeres
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diario, exigente y agotador que se suma a y los hombres mayores disfruten de condiciones
otras tareas profesionales y domésticas, de vida dignas depende de la familia, en menor
pero que no es reconocido como tal y que de medida del Estado y aún en menor grado de las
forma paradójica sostiene la salud de miles propias personas. 11
de personas en todo el mundo. Por lo tanto,
es invisible y al menos en la región tendrá
cada vez más demanda, porque se calcula que Conclusiones
en poco más de una década en América Latina
habrá cien millones de personas adultas mayores
que requerirán apoyo y asistencia para cuidar El trabajo de las mujeres, las transformaciones
su salud. Estas actividades seguirán siendo demográficas, del mercado laboral y de las familias
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asignadas a las madres, hijas y esposas, lo que ponen en cuestión los supuestos del bienestar
implica la extensión del trabajo doméstico, por basados en este grupo social y en el ciclo vital
lo que se mal entienden como otras tareas característico. Los cambios en estos ámbitos
más que corresponden a las mujeres. no han propiciado suficientes acciones públicas
para atender los nuevos requerimientos sociales
En este sentido, en la discusión sobre la emergentes, en especial los de cuidado.
protección social debe incorporarse el cuidado
como preocupación medular y como principios Por lo tanto, surge la necesidad de abordar
normativos. Lo anterior obliga a considerar como el tema de la división sexual del trabajo, en
sujetos de políticas públicas a quienes requieren particular aquel no remunerado, doméstico y de
asistencia niñas y niños, personas adultas cuidado, como un problema público y no privado.
mayores y aquellas que son dependientes, así En primer lugar, porque los hechos relativos
como a los actores del binomio necesidad-cuidado, al cuidado de las personas dependientes no
en particular a las mujeres. son propios y exclusivos de la esfera privada,
sino que deben formar parte del debate
Asimismo, en la medida en que las mujeres sobre los derechos de ciudadanía y acerca
ingresan al mercado laboral, la población envejece, de la democracia. En segundo lugar, porque
los arreglos familiares cambian y se tensionan los ciudadanas y ciudadanos son autosuficientes
contratos de género y generación. Frente a y dependientes de forma simultánea, por lo
estas dinámicas, el Estado debe responder que viven periodos en los que prevalece la
a preguntas clave respecto a la distribución autosuficiencia y otros en los que persiste
de funciones y recursos públicos es decir, es la dependencia.
necesario cuestionar quiénes sostienen la
carga del cuidado, cómo las políticas públicas La consideración del cuidado y la dependencia
ayudan a conciliar el trabajo y la familia, y la obliga a tener en cuenta que las personas
forma en que los servicios e intervenciones necesitamos unas de otras y de las familias, de la
estatales enfrentan esos cambios. sociedad y de la comunidad, pues proporcionan
soporte a lo largo del curso de la vida. En tercer
En nuestra región, el rol tradicional del Estado lugar, porque las mujeres contribuyen de forma
asociado al cuidado se ha dirigido a poblaciones desproporcionada al bienestar social por medio
con características específicas y no es de carácter de todos los servicios no remunerados, de modo
universal. La lógica del apoyo a través de programas que es justo que se rediscutan y reasignen los
públicos parte del supuesto de la presencia en el presupuestos en aquellas partidas que las
hogar de personas con tiempo disponible sobre afectan de manera directa, como es el caso del
todo mujeres para hacerse cargo del cuidado de cuidado de quienes son dependientes.
quienes son dependientes. En los últimos años se
observan algunos avances en torno a la ampliación La creación de un nuevo contrato de género
de la educación inicial infantil y la extensión de en el sistema de bienestar no se realizará de
la duración de la jornada escolar. Sin embargo, forma automática, es un cambio estructural
los servicios para las personas adultas mayores imprescindible que requiere más que voluntad
siguen teniendo un claro sesgo asistencial y el política. Así, para modificar la división sexual del
acceso a las prestaciones depende más de los trabajo tradicional y establecer como principio
recursos individuales que de las necesidades de básico de funcionamiento la corresponsabilidad,
esta población. es fundamental orientar las políticas públicas