Page 12 - Colección mascaras Felipe Guhl
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África es reconocida por la inmensa variedad de máscaras rituales pro-
cedentes de las numerosas tribus que cohabitan en el territorio. En el
Antiguo Egipto, la máscara tuvo un valor fundamental en las ceremonias
funerarias, pues los nobles que fallecían portaban una máscara en su
tumba, para su protección, proveer asilo permanente a sus almas, y para
enmarcar su linaje. Muchas tribus africanas actuales consideran la más-
cara como la conexión entre lo visible y lo invisible, la permanencia del
pasado en el presente, la comunicación directa con sus ancestros y sus
poderes. Para los Kono son tan sagradas, que deben consultarle a su
máscara familiar antes de emprender cualquier viaje. En muchos otros
casos del continente, la máscara altera, no solo la identidad de quien la
lleva, también altera su naturaleza, pues en él se revelarán espíritus de
dioses y ancestros, que lo acompañan durante rituales de iniciación,
traspasando así, sus poderes al joven adulto.
En las culturas asiáticas predominan las máscaras de tipo amuleto, ha-
bitan los hogares para brindar diversos favores a las familias e incluso a
sus negocios. La cultura budista elabora representaciones de los Dhar-
mapalas, ocho deidades que tienen por misión proteger el Dharma. Es-
tos tienen rostros feroces y aterradores, para ahuyentar malos espíritus y
pensamientos, junto a acciones y energías negativas.
A nivel americano, las comunidades indígenas amazónicas como los Ti-
kuna, practican la Pelazón: ritual de iniciación para las niñas que se con-
vierten en mujer. Al tener su primera menstruación, éstas son aisladas
de la sociedad por un período de 3 a 6 meses. Al terminar este tiempo,
se reintegran progresivamente, a través de bailes y cantos chamánicos,
llevando una máscara; algunos de los asistentes portan máscaras de los
animales sagrados, para acompañar a la ahora mujer y celebrar el futuro
comienzo de vidas nuevas en sus tierras.
• Colección Felipe Guhl • Estos pocos ejemplos nos señalan que, a nivel global, los seres huma-
nos buscan constantemente elementos, como la máscara u otro tipo de
imágenes, que los ayuden a manifestar fenómenos intangibles o invisi-
bles, para así afirmarlos como algo real y como entidades que rigen el
mundo y sus vidas.
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