Page 192 - Biografía de un par de espectros: Una novela fantasma
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—¿QUÉ le dijiste al pirata? —me preguntó Daniel cuando terminé de contarle
mi aventura.
—No tiene importancia.
—¡Dime, porfa, me muero de curiosidad!
—Es un secreto.
—Ándale, no seas así —insistió el pequeño.
—Te lo diré cuando haya logrado conquistar a Lorena… perdón, perdón —me
disculpé sin saber por qué había dicho aquel nombre— …cuando haya logrado
conquistar a Grete.
Daniel frunció el ceño, pero acabó aceptando el trato.
Después nos pusimos a revisar sus avances en el arte de la fantasmagoría y
concluimos que tenía que ser más cuidadoso a la hora de transformarse en
espectro. Ya había provocado varios sustos.
—No volverá a ocurrir, Chong Lee, te lo prometo.
—Ir por allí asustando a la gente es el peor de los desprestigios para un
fantasma. Es muy parecido a lo que sucede con los karatecas.
—¿Qué tienen que ver los karatecas con los fantasmas?
—Ellos aprenden las artes marciales para cultivar el espíritu y ser menos
agresivos. Nosotros dominamos el arte de la transformación para dejarnos ver lo
menos posible.
—Yo me he dejado ver las dos veces que me he convertido en fantasma —aceptó
Daniel preocupado.
—Y ahora será más complicado pasar desapercibido porque habrá dos Danieles
—dije, sabiendo que mis palabras lo confundirían por completo.
—¿Dos Danieles?