Page 22 - El Bosque de los Personajes Olvidados
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ejemplo, que no haya príncipes de ningún color por ahora, y, si no es mucho

               pedir, que nadie tenga que rescatarme.

               —¡¿Qué?! Eso jamás se ha visto. No puede haber princesa sin príncipe. De
               ninguna manera pienso permitirlo. ¡Sería inaudito! —tecleó frenético el escritor.


               —Pero…


               —No quiero ni imaginar qué dirían los demás escritores de mí. ¿Cómo voy a
               escribir una historia donde nadie vaya al rescate de la princesa en apuros?


               —¡Ash, ya cállese!


               —¡¿Qué?!


               —Quiero decir, haga el favor de leerme y permanezca con los dedos alejados del
               teclado por un momento, mientras le explico.


               El escritor no accedió a la petición de la princesa Anjana y, peor que un
               energúmeno, tecleó la respuesta a toda la velocidad que pudo, la cual no era
               mucha, para ser honestos, pues usaba únicamente tres o cuatro dedos para
               escribir.


               —Nunca, en mis años como escritor, me habían faltado de este modo al respeto.
               Nunca. ¡Esto es un escándalo!


               —Por favor, no lo tome como algo personal. Es sólo que llevamos ya varias
               páginas y no me ha dejado explicarle mis razones para interpelarlo.


               —¿Ah, no?


               —No. Se la ha pasado divagando.

               —Pues ése es mi trabajo. Así funciona la creatividad.


               —Estoy de acuerdo, pero necesito decirle algo.


               —Pues dilo entonces, ya me hiciste perder parte de la mañana en que por fin
               avanzaría en esta historia. Como bien dices, llevamos ya varias páginas de
               diálogo que podrían aburrir al lector, quien tal vez ya esté pensando en
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