Page 162 - 1.000 chistes para partirse de risa
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518. ESTRELLADO


                —Qué  mala  suerte  tuve  ayer  —le  comenta  Marcos  a  su  amigo
                Andrés—.  Estaba  admirando  un  bonito  cielo  nublado  mientras

                paseaba  con  mi  novia  por  unos  jardines,  tropecé,  me  di  un  buen
                porrazo y... ¡en vez de nubes acabé viendo las estrellas!






                                                       519. CITA

                Un  joven  espera  a  una  chica  fuera  de  clase.  Cuando  ella  sale,  le

                confiesa:
                —¡Desde que te vi, a finales de septiembre, ya no pude pegar ojo en
                todo  el  mes  de  octubre!  ¡Todas  las  noches  me  tendía  en  la  cama

                con  los  ojos  abiertos,  tratando  de  reunir  el  valor  para  pedirte  que
                quedáramos una tarde para salir!
                —Vale  —le  dice  la  chica,  emocionada—.  ¿Qué  te  parece  si

                quedamos esta noche para comer una pizza?
                —¡No, esta noche me voy a hartar de dormir! —responde él.






                                             520. SOPA INCOMIBLE

                Un  cliente  pide  una  sopa  en  un  restaurante.  Se  la  llevan,  y  al

                momento llama al camarero:
                —¡Camarero, no hay manera de comerse esta sopa!
                —No se preocupe —responde solícito el camarero—, enseguida se

                la cambio.
                Pero al poco, el cliente vuelve a llamarlo:
                —¡Camarero, tampoco hay manera de comerse esta sopa!

                El camarero acude de nuevo y vuelve a cambiarle la sopa.
                Finalmente, el cliente, que ya está harto, exclama:
                —Camarero,  es  inútil  que  siga  cambiándome  la  sopa.  ¡No  podré

                comérmela hasta que me traiga una cuchara!
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