Page 55 - En estado de GOL

EXTRAÑO un buen a Mario. Ya sé que no se dice un buen, pero ni modo que te
diga otra palabra que no debo usar, sería peor.

Mi mamá siempre me dice que hable bien, que no se dice un buen sino mucho, y
no le gusta que diga güey. Siempre está corrigiéndonos a mi hermana y a mí; que
no se dice en la múter sino en la torre, ni chido ni padre sino sensacional, bonito
o maravilloso.

Tiene razón, pero esas palabras las usamos poco, ¿no? Yo no le digo a Mario
cosas como: “La película está sensacional”. La verdad, yo le diría: “La película
estuvo chidísima, ¿no? ¡Buenísima!”.

Claro que así no puedo hablarte; y además como tú vienes de España no me
entenderías, pero quizá ya habrás aprendido cómo hablamos los chavos
mexicanos, ¿verdad?

De todas maneras quiero que sepas que estoy haciendo un esfuerzo para escribir
lo mejor que puedo, como cuando dejé los refrescos, el pan con mermelada y la
tele hasta tarde, y que he borrado un montón de palabras y expresiones por
miedo a que no las entiendas.

Ahora sí, como diría mi papá, ¡me he comido mis propias palabras!

Pero en realidad te estaba hablando de la soledad, de la distancia y todo eso.

No creo que vaya a perder la amistad de Mario, porque siempre estamos
chateando y si vamos al cumpleaños de mi abuelita Matilde lo voy a ver todos
los días.

Yo creo que uno se siente solo aun estando con otros. ¿No te pasa a ti algo así?

En este momento me siento solo y enojado, además estoy frustrado porque no
tengo otra manera de comunicarme contigo más que ésta. Es como si te hubieran
dejado en la banca todo el partido.

Y déjame contar hasta diez para poder continuar.