Page 93 - Cuatro ratones en la selva negra
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-¡Tranquilo, voy y vuelvo! -exclamé para
tranquilizarlo.
Empecé a trepar.
¡Por mil quesos de bola! ¡Qué miedo!
Pero recordé el consejo de Crep Suzet.
Nunca mires hacia abajo.
-a.la vez más alto.
Finalmente lleguéarriba del todo. En laoscu-
ridad se veían las luces del CIMPO 2. Grité a
S.C.:
-¡Veo nuestro campamentol ¡Está allí!
¡Llegamosal CAMPI 2Ypor fin solté un suspi-
ro de alivio!
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