Page 66 - Ciudad Equis 1985
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Una canción que le gustaba mucho a Fernando y que se oía a cada rato en La
Pantera era Eclipse total de corazón. Sin saber muy bien por qué, esa tonada le
recordaba a la señora Jiménez. Era una triste canción interpretada por una mujer
de voz rasposa. Fernando imaginaba que era la historia de una astronauta que por
culpa de un eclipse inoportuno había sido abandonada en la superficie de la
Luna.
—Comandante Tyler, aquí la Tierra, ¿nos escucha?
—…
—¡Comandante Tyler, responda por favor!
—Aquí comandante Tyler, los escucho —contestó desde la Luna una mujer con
voz de lija.
—Aquí Tierra… Le tenemos muy malas noticias, comandante: un eclipse que no
estaba previsto obstaculizará nuestros planes. Los sensores solares se
desconectarán y la energía de su módulo quedará reducida a cero.
—¡A cero! Eso quiere decir que… —y entonces la comandante Tyler hizo una
pausa trágica que fue interrumpida desde la Tierra, segundos después, con la
confirmación de sus peores sospechas.
—Que usted tendrá que permanecer sola, sobre la superficie de la Luna, los
próximos cincuenta y dos años.
En la Luna no hay viento ni mucho menos tempestades, pero había un momento
en la canción en la que Fernando imaginaba un huracán lunar que barría con
todo lo que se encontraba en la superficie del satélite.
También con la señorita Tyler.
Menos mal.
Cincuenta y dos años son (también) muchos años de soledad.