Page 283 - La vida secreta de Rebecca Paradise
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–Pues yo creí que la querías.
Papá detuvo un momento el motor.
–Yo también lo creí un poquito –suspiró–. Pero... ¿sabes? Una mujer a la que
quiero... debe saber tratar a la mujer que más quiero. ¡Si no, nada!
Me reí, complacida.
–¿No arrancas?
–Mira en el asiento de atrás.
Había un paquete con forma de libro grande envuelto en papel de regalo. Al
sentir su peso en las manos, sonreí con todas mis ganas.
–¡¿Es un ordenador portátil?!
–Sí, señora. Un regalo de Navidad por adelantado. No me gusta comprarte
regalos tan caros, pero ya me has demostrado que es algo que vas a utilizar
mucho.
–¿Yo? –pregunté, y sentí que me ponía colorada.
–¿Crees que no sé que has estado usando el mío a escondidas?
–Lo siento –dije, preguntándome si, por fin, esta sería la última cosa por la que
tendría que disculparme–. Me encanta el regalo. ¿Puedo pedir otra cosa?
–¿Te parece poca cosa el ordenador?
–Es que esto no te va a costar dinero.
–Entonces dime.
–Esta noche, cuando me acueste... ¿me contarías una historia? Mamá lo hacía.
–¿Mamá aún te contaba cuentos?
