Page 11 - Youth Stories
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Era tarde en la noche, cuando un repentino
estrépito proveniente de algún lugar de la ca-
sa, me despertó de mi lúcido sueño, lo que
me solía suceder – así como a algún otro lec-
tor apasionado – al adentrarme en las pálidas
páginas de las historias que me atrapaban por
incontables horas.
Mi único vicio era ese, adentrarme en los
inexplorados mundos de la literatura y la
poesía. No me atraía el cigarrillo, el alcohol o
las mujeres como a la mayoría de hombres in-
sensatos que gobiernan este mundo.
Solía quedarme hasta temprano leyendo y
hasta tarde escribiendo, atormentado única-
mente por como plasmar o continuar las
ideas que provocaban las palabras que por mi
mente pasaban en ese instante.
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