Page 91 - PRIMERA PARTE DE NUESTRO UNIVERSO Y LA TIERRA_Neat
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recogida en un barreño de cobre. El

          reverbero de la llama atenazaba los
        ojos del profeta y su mente caía en un
          estado de trance por el que no sólo
         descubría, en el fondo del futuro, un
         sinfín de hechos y de sucesos lejanos,
         sino que percibía asimismo sonidos y
                   voces como si fuesen
           verdaderamente reales, hasta tal
                punto que los personajes,
          protagonistas de los eventos que él
          preveía, se agitaban vivos ante él y
           parecían no tener secretos para el
             gran vidente Y la voz de Dios,
          percibida por él con claridad, pero
            que parecía salir de los amplios
         pliegues de su manto, le ilustraba los
         hechos que desfilaban ante sus ojos y
         a los que él mismo, como invitado de
          honor, asistía, invadido siempre de
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