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Género y deporte – Tema 2: Incorporación de la mujer al ámbito deportivo
3.1.- TRIADA DE LA MUJER DEPORTISTA
La tríada de la mujer deportista es un síndrome que involucra tres aspectos o condiciones: trastorno alimentario, trastorno menstrual y osteoporosis.
Esta afección puede originarse en atletas competitivas, que se exigen y sobre exigen buscando un rendimiento deportivo y, por lo tanto, está ligada a principalmente a deportes en los que el rendimiento físico y la imagen o peso corporal son relevantes para ella, como por ejemplo fondistas, triatletas, halterofilia, gimnastas, nado sincronizado, etc.
Hay muchos factores que influyen en su presentación y desarrollo, pero el más relevante es el desbalance energético. Esto, en términos simples, significa que la ingesta calórica es menor al gasto que se genera por la actividad física, quedando este balance en negativo.
• Síntomas:
- Pérdida de peso
- Ausencia o irregularidad de la menstruación
- Fatiga
- Fracturas por estrés
- Dieta restrictiva
- Uso de medicamentos como laxantes, diuréticos o anorexígenos. - Atracones de comida
- Vómitos inducidos
• ¿Cómo se trata?
- Siempre tener una adecuada evaluación y asesoría nutricional, ya que este déficit suele ser la génesis de la triada. No es necesario tener una anorexia o bulimia establecida para configurar el trastorno.
- Estar muy atento a las alteraciones menstruales, sobretodo el retraso de la menarquía (primera menstruación) que debiera ser antes de los 15 años y el cese de ellas (amenorrea secundaria) por 6 meses o 3-6 ciclos consecutivos. No es normal ni beneficioso que a una atleta se le corten los ciclos producto del entrenamiento físico ni que pase los 15 años de edad y aun no tenga su primera menstruación.
- Estar atento a los estresores emocionales (fracaso deportivo, separaciones afectivas, cambios traumáticos de entrenadores o ambiente deportivo, etc.)
Si “llegamos tarde” y la triada ya está presente, afortunadamente si actuamos oportunamente el trastorno es reversible. Normalmente basta que se normalice la ingesta calórica y el ciclo menstrual se regularice. No obstante, no hay que olvidar que en la mayoría de ellas subyacen aspectos emocionales, por lo tanto, el manejo multidisciplinario es crucial.