Page 88 - OPOSOCIAL - Estrategia Nacional contra la pobreza energetica 2019-2024
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Como ejemplo del carácter incompleto del informe de 2011 para los objetivos de esta estrategia, en la figura inferior se observa la desagregación del consumo de energía por usos finales y las tres zonas climáticas seleccionadas:
Desagregación del consumo de energía por usos finales y zonas climáticas (“Análisis del consumo energético del sector residencial en España”, IDAE, 2011)
Se observa como ejemplo que según el informe de IDAE de 2011 el gasto en calefacción en la zona mediterránea triplicaría el de la zona atlántico norte. Sin embargo, las capitales de provincia mediterráneas suelen ubicarse en la zona B3-B4 del CTE mientras que las capitales de provincia atlánticas se sitúan en la zona C1-D1, por lo que teóricamente, conforme a la contribución de la Universidad Pontificia Comillas-ICAI y para viviendas con las mismas características constructivas, la demanda energética del DB-HE sería entre un 50 y un 100% superior en el área atlántica. Es evidente que el gasto energético requerido considera como hipótesis que las condiciones de aislamiento y equipamiento de las viviendas son idénticas pero la realidad es muy diferente, tal y como evidencia la desagregación de los indicadores primarios por zonas climáticas.
Por tanto, un nuevo estudio con una zonificación adecuada puede permitir distinguir el efecto de cada factor sobre el gasto energético y las razones de divergencia respecto a los gastos medios. Un aspecto relevante a identificar son las necesidades de refrigeración en determinadas zonas climáticas durante los meses de verano y su posible incremento en el medio plazo.
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