Page 63 - Mi bebé y yo 334 Julio-Agosto
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                ¿Qué iniciativas ha llevado
a cabo, en concreto, la Asociación Española de Matronas (AEM) frente a la pandemia? ¿Se ha actuado de diferente forma
en función de las Comunidades
o bien se ha seguido una línea única?
• La primera y más prioritaria,
antes de promulgarse el estado
de alarma, fue la colaboración con el resto de sociedades científicas elegidas por el Ministerio de Sanidad para la elaboración del Protocolo de Manejo de la mujer embarazada y el recién nacido
con Covid-19, que hemos ido actualizando a medida que disponíamos de nuevas evidencias científicas.
• Paralelamente, con el Consejo General de Enfermería (CGE), hemos elaborado información específica y difusión sobre
salud sexual y reproductiva
de las mujeres y atención a los neonatos, además de apoyar
a los otros grupos de trabajo de especialidades enfermeras del CGE, con el mismo cometido.
• Desde la propia plataforma de información de la AEM, hemos difundido información relacionada a través del boletín mensual Infomatronas.
Debido a la crisis del Covid-19, ¿cómo ha cambiado, en concreto, el protocolo del embarazo?
• El protocolo de embarazo
no ha cambiado, solo lo ha hecho la forma de atención. Se han valorado concienzudamente aquellas visitas prenatales que podían efectuarse de manera telemática y se han realizado
de forma presencial las que eran imprescindibles, extremando las medidas de precaución para evitar el contagio y la diseminación por Covid-19.
¿Y cómo se están afrontando los partos en la actualidad para evitar los contagios
de las mamás y los bebés?
• La inmensa mayoría de las gerencias y Consejerías de Salud no han caído en la cuenta de
que la asistencia obstétrica no
se paraliza ni se puede posponer. Es la única especialidad que presta asistencia a dos “usuarios” a la vez, madre-feto (éste en extremo vulnerable), y, además, interacciona con la pareja de la mujer o la persona con la que ésta se vincule afectivamente y elija como
apoyo en el proceso de parto
y nacimiento.
• En las urgencias obstétrico- ginecológicas, se reciben a todas las mujeres (y acompañantes) sin testar (salvo excepcionales casos sintomáticos) y la potencialidad de
exposición del área es de escenario de riesgo o punto caliente, como se llama. Sin embargo, las medidas de protección no se corresponden con este escenario casi en la totalidad de servicios obstétricos del país.
• Las Consejerías de Salud y, en concreto, los hospitales maternales no han olvidado la importancia
del acompañamiento en el parto. Por esto, han implementado test para mujeres y acompañantes que, de resultar negativos, facilitaban este acompañamiento. En otros menos sensibles, y nos consta que han sido muchos, a juzgar por las reclamaciones efectuadas desde
la AEM, directamente han negado
el acompañamiento.
• Además, hemos reclamado
la provisión del material de protección necesario para los profesionales y los usuarios.
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