Page 72 - Mi bebé y yo 342 - Julio/Agosto 2021
P. 72
#consejosparaevitartóxicos
Se trata de un método de cocción de los menos grasos y más sabrosos, pero,
para disfrutar de sus ventajas, se debe reducir al mínimo la formación de algunas sustancias nocivas, llamadas aminas heterocíclicas, que pueden originarse sobre
la super cie de la carne y el pescado, y que han sido clasi cadas como “probablemente cancerígenas” por la International Agency for Research on Cancer (Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer).
Para eliminar el peligro:
• Marinar la carne y el pescado con aceite, limón y hierbas aromáticas antes de cocinarlos.
• Colocar el alimento a una distancia de las brasas que no provoque la carbonización de su super cie, puesto que, en las partes carbonizadas, se encuentra el benzopireno, otra sustancia tóxica.
• No usar maderas resinosas (como el pino y el abeto) para preparar las brasas. MERCURIO: ATENCIÓN EN EL EMBARAZO
En las aguas marinas, podemos encontrar metales pesados, concretamente,
el mercurio, que puede ser absorbido por pescados y moluscos, y resulta peligroso, sobre todo, en el embarazo, dada la especial sensibilidad del feto. De todos modos, no es preciso que la futura mamá renuncie a un alimento con tantas propiedades como el pescado, rico en ácidos grasos Omega 3, que son importantes, precisamente, para el desarrollo cerebral del pequeño. Los controles sobre
la presencia de mercurio en el pescado son muy estrictos y, por lo demás,
solo se trata de seguir los mismos criterios ya indicados en el caso de las dioxinas: pescados de pequeño tamaño y de proximidad, teniendo presente que estudios especí cos han demostrado que, para la futura mamá, lo ideal es no consumir
más de 340 gramos de pescado a la semana (un par de raciones).
ACRILAMIDAS: DEPENDE
DE LA COCCIÓN
Otra sustancia tóxica que hay que controlar es la acrilamida. Se forma cuando se cocinan a más de 120 oC alimentos que contienen carbohidratos o proteínas: pan, pizza, patatas fritas, carne rebozada, etc. Si se cocinan de forma correcta, se reduce la formación de las sustancias nocivas. Además, si no se exagera con su consumo,
el riesgo se reduce aún más. Tres consejos útiles:
no calentar en la sartén
o en el horno los alimentos cocinados que nos hayan sobrado; es preferible usar el microondas. Si se hornean bizcochos y dulces caseros, utilizar poco azúcar y, para
los productos fermentados, usar levadura natural, ya que crea una acidez desfavorable para la acrilamida. En el caso de los alimentos fritos, no superar los 180 oC y detener la cocción cuando el alimento esté ligeramente dorado.
#72# Mibebeyyo
Los peligros de la parrilla