Page 52 - Mi bebé y yo 331 - Abril 2020
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  #detalpalotalastilla
 OJOS
El color de los ojos
está determinado por la concentración de la melanina presente en el iris. Los ojos oscuros presentan una cantidad de pigmento elevada, mientras que los claros tienen poco pigmento. La cantidad está regulada por un mínimo de tres genes, y esto hace que el mecanismo de transmisión
sea mucho más complicado de lo que se pensaba. En general, se puede afirmar que, siendo el color oscuro el dominante, si solo uno de los progenitores tiene los ojos claros, es muy probable que el niño tenga los ojos oscuros. Según la ley de Mendel, la combinación es la siguiente: Oscuro + oscuro = oscuro Oscuro + claro = oscuro
Claro + claro = claro
Sin embargo, no será posible establecer si los ojos claros serán azules o verdes.
OREJAS PELO
  Algunos rasgos fisiológicos muy marcados, como la barbilla prominente, la nariz aguileña, las orejas de soplillo o las manos grandes, son características hereditarias dominantes de las que difícilmente se puede escapar. La buena noticia para las familias en las que estas
formas son comunes es que,
en las mujeres, las líneas casi siempre tienden a suavizarse. En general, los papás se reconocen complacidos en los rasgos de los niños, pero, si observasen con más atención, descubrirían sus propios rasgos, aunque suavizados, también
en las niñas.
También el color y la estructura del cabello están teóricamente regulados por la competición entre los caracteres dominantes (negro, rizado) y los recesivos (rubio y liso). El pigmento siempre está determinado por la concentración de melanina, pero, en el caso del cabello, los genes encargados de dirimir la cuestión son cuatro, como mínimo. Además, se está empezando a pensar que, al igual que sucede con fenómenos morfológicos como la constitución, la estructura pilífera también
viene determinada, en parte,
por una mezcla de los caracteres maternos y paternos.
De todos modos, existe una relación bastante constante
con el color de los ojos: los genes encargados de la dosificación
de la melanina del cabello y del iris están situados muy “cerca”
en sus cromosomas, y ambos se transmiten. Esto explica por qué, con frecuencia, las personas rubias tienen los ojos azules,
y las morenas, los ojos oscuros. Asimismo, si el padre y el abuelo paterno han sufrido calvicie prematura, es probable que también los hijos presenten este mismo problema. Por último,
la tendencia a tener canas de forma prematura también es
una cuestión hereditaria.
       












































































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