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¿CÓMO PROCEDER?
Veamos algunos consejos para realizar el masaje
a tu bebé. Si deseas profundizar en los movimientos, puedes consultar con una educadora certificada
de masaje infantil.
PIERNAS Y PIES
Se recomienda iniciar con las piernas. Sujeta el pie con una mano, pon la otra alrededor de la pierna y deslízala desde la cadera hasta el tobillo.
Repite suavemente, ejerciendo una presión agradable para el bebé. Este tipo de masaje
se conoce como “Shantala” o vaciado hindú.
Con el dedo pulgar, toca la planta del pie del bebé, desde el talón hasta la base de los dedos, presionando ligeramente. También con los pulgares, dibuja pequeños círculos sobre el tobillo del bebé,
y luego realiza una suave compresión en cada dedo del pie. Resulta divertido cuando estos movimientos se acompañan con sonidos.
¿QUÉ TENER EN CUENTA ANTES DE EMPEZAR?
El masaje más allá del primer año
El masaje es una forma de comunicación que no se limita a los primeros meses de vida. También cuando el bebé crece sigue siendo una ocasión valiosa
para mimarlo y estar con él de una manera especial. A partir del segundo año de vida, el masaje adquiere un valor lúdico, en el que puedes incluir más elementos, como títeres, cuentos, rimas y más.
Cada padre y cada madre es experto en su propio hijo y deberá tener en cuenta sus señales para continuar
y adaptar el masaje a su crecimiento.
#cómorealizarlocorrectamente
• Es importante que la mamá o el papá adopten una postura cómoda y relajen su cuerpo. Se recomienda hacer una revisión previa de nuestro cuerpo
y de nuestras emociones: ¿cómo nos sentimos? ¿Tenemos hambre? ¿Frío? Es decir, debemos saciar las necesidades físicas que nos puedan desconectar del masaje, así como saciar las necesidades del bebé para que pueda disfrutar del momento.
• Los progenitores deben estar tranquilos durante
el momento del masaje y acoger con su voz al bebé. La voz se convierte en un instrumento potente que aúna el masaje y las palabras.
• Antes de tocar al niño, es necesario quitarse
los anillos o las pulseras que puedan molestar, y calentarse las manos, por ejemplo, frotándolas entre sí. • También es importante “pedir permiso” al bebé, mirándole a los ojos. Será suficiente con una frase, como: “¿Puedo hacerte un masaje en las piernecitas?”, y mostrarle las manos mientras se frotan con el aceite. Esta petición nos recuerda que debemos escuchar
al bebé, prestar atención a sus señales y reacciones,
y estar preparados para posponer o interrumpir
el masaje si muestra que no le gusta. A medida que
el bebé va creciendo, esta frase se puede ir adaptando a sus gustos: podemos pedir permiso cantando,
con títeres, etc. Así, el masaje podrá acompañar
a los niños durante años.
• Respecto al ambiente, la estancia en la que se lleva a cabo el masaje debe tener una iluminación suave
y una temperatura agradable. No tengas miedo de dejar al bebé desnudo y no te preocupes por si se orina; deja que todo fluya en ese momento.
#38# Mibebeyyo