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MATERNIDAD
 “UN SER HUMANO NO PUEDE SER OBJETO DE UN CONTRATO MERCANTIL”
HABLAMOS CON NÚRIA GONZÁLEZ, ABOGADA ESPECIALIZADA EN DERECHOS HUMANOS, SOBRE UN TEMA CANDENTE Y DE GRAN ACTUALIDAD COMO SON LOS VIENTRES DE ALQUILER.
NÚRIA GONZÁLEZ · Abogada Especializada en Derechos Humanos. Autora del libro Vientres de alquiler. La mala gente
   L agestaciónsubrogadaesun contrato entre tres partes, en el que el objeto es la entre- ga de un ser humano. Por un lado, se encuentra una persona o pareja que desea tener un hijo; por otro, una mujer que se ofrece a gestarlo para esas per- sonas; y, por otro, un intermediario, que suele ser una empresa que obtiene un
beneficio económico.
“En realidad, se trata de un tipo de explotación de la mujer”, afirma Núria González, abogada especializada en derechos humanos que, desde hace años, investiga los vientres de alquiler. “No hay otro contrato en el mundo en el que una de las partes, en este caso la mujer, no tenga la posibilidad de echarse atrás, aunque sea pagando una penalización. Por este motivo, el Tribunal Supremo lo considera nulo”, explica la abogada, quien además nos cuenta que se trata de un contrato con unas condiciones totalmente abusivas para la mujer, ya que “todas las decisio- nes sobre su cuerpo y sobre el cuerpo del bebé que va a nacer las toma quien contrata”.
PROHIBIDO EN ESPAÑA
La gestación subrogada está prohibida en España porque, según el Tribunal Supremo, atenta contra los Derechos Humanos de las mujeres y los niños. “Es como si alguien tuviera una especie de escritura de propiedad sobre los bebés y los pudiera vender o regalar”, explica Núria González. Y es que el hecho de que haya una transacción económica no es lo que determina su antijuricidad. “Lo más grave es la con- cepción de que alguien puede disponer de un ser humano. Eso es jurídicamente insostenible. Sería como volver a la esclavitud. Un ser humano no puede ser objeto de un contrato mercantil, ni una madre puede regalar a un hijo”, señala la abogada.
Otro de los motivos por los que esta práctica está prohibida en nuestro país es porque va contra el orden público. “Ya lo dice el Código Penal: alterar la filiación de las personas es un delito. Está recogido en el artículo 221 y se pena con 10 a 15 años de cárcel e inha- bilitación de la patria potestad. De igual manera, el Código Civil señala que la madre es la que pare, porque el parto es el único hecho cierto”, explica Núria González.
¿QUÉ PASA FUERA DE NUESTRAS FRONTERAS?
En el mundo, hay casi una veintena de países que permiten la gestación subro- gada. Pero, si en nuestro país es ilegal, ¿cómo pueden los españoles tener hijos mediante esta técnica? Porque, como se suele decir, hecha la ley, hecha la trampa. En España hay un fraude de ley que se basa en una instrucción interna aprobada por el Ministerio de Justicia en 2010, según la cual los bebés espa- ñoles nacidos en el extranjero pueden inscribirse en el consulado de ese país, que funciona como un registro civil. “Es decir, si llevas a un niño a un consulado con un documento válido en ese país extranjero que diga que ése es tu hijo, lo inscriben sin mirar de dónde viene el niño”, explica la abogada.
Esto ha hecho que hayan aumentado exponencialmente las peticiones de inscripción de niños en los consulados españoles en el extranjero. “Si antes de 2010 solo había seis peticiones en todo el mundo, desde que se aprobó la instrucción se han llevado a cabo 5.000 inscripciones, según los datos de las propias asociaciones de vientres de alquiler”, afirma la abogada.
¿QUÉ REQUISITOS SE PIDEN?
Entre los muchos aspectos que hacen de la gestación subrogada una técnica nada ética ni moral, se encuentran los requisitos establecidos en el contrato. Por ejemplo, las madres gestantes están obligadas a renunciar a la filiación de los niños incluso antes de quedarse emba- razadas, desde el momento en el que firman el contrato. Entonces, ¿qué pasa con los niños que no nacen bien o que no cumplen los estándares del contrato? “En Ucrania, uno de los mayores exportado- res de bebés antes de la guerra, muchas mujeres que hacían de vientre de alquiler venían de la zona de Chernobil y habían estado expuestas a la radiación, por lo que muchas veces tenían niños con pro- blemas físicos o psíquicos. Estos niños no se entregaban a los padres, sino que se llevaban a orfanatos y se quedaban allí”, explica la abogada.
Otro de los requisitos exigidos a la mujer
 Desde 2010, se han inscrito en los consulados españoles cerca de 5.000 hijos de vientres de alquiler.
 es que haya tenido hijos anteriormente.
“Algo que las agencias venden como un tema de apego, aunque realmente es para asegurarse de que la mujer es fértil. Pero a la vez que se les exige que tengan hijos, se les obliga a algo absolutamen- te cruel, que es separarse de ellos en cuanto se quedan embarazadas, porque las mujeres pasan el embarazo en una especie de “burdel de la maternidad”, donde las personas que las contratan pueden controlarlas. Imagina que una mujer desaparece. Lo que lleva en la barriga es dinero”, afirma Núria González. Los únicos que no cumplen ningún requi- sito son los que contratan. Ni siquiera se miran sus antecedentes penales. “Hay un caso muy famoso de un médico alicanti- no que está cumpliendo condena en una cárcel sueca por pederastia. Pues bien, desde la cárcel ha contratado un vientre de alquiler y hay un niño fuera esperando que salga”, explica Núria González.
UNA INDUSTRIA MILLONARIA
Núria González comenzó a investigar sobre gestación subrogada en 2018, año en el que la industria de vientres de alquiler movió aproximadamente 6.000 millones de dólares en todo el mundo. Solo en la empresa en la que la abogada se infiltró en esa época, se realizaban 250 partos al año.
A pesar de que, como hemos explicado, en España se trata de una práctica ilegal, hay al menos seis empresas de este tipo denunciadas en la Audiencia Nacional, que operan y se anuncian tranquilamente en Internet. “Es increíble que no se estén persiguiendo, cuando lo que anuncian es una actividad ilegal. Es como si los nar- cotraficantes tuvieran tienda”, concluye Núria González.
 Primeras denuncias en Estados Unidos
Estados Unidos fue el primer país en llevar a cabo gestaciones subrogadas. Es por ello que ya hay una generación de estadounidenses de mediana edad que fueron hijos de vientres de alquiler.
¿Y qué está pasando? Que se están asociando para demandar al Estado por no haber protegido su derecho a la identidad. “Esas personas no saben quiénes son, no saben de dónde vienen. No es como en el caso de las adopciones, que el Estado está obligado a guardar la información de la madre biológica. El derecho a la identidad es un derecho humano fundamental, un derecho inalienable. Y todo el que no proteja este derecho está cometiendo crímenes contra la humanidad, un delito
que, además, no prescribe nunca”, comenta la abogada.







































































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